¿Qué tal, Bob?
No soy un seguidor de Bob Esponja (SpongeBob Squarepants), pero recordaba con cariño su primera incursión cinematográfica del 2004 Bob Esponja: La Película. Ese humor sencillo y absurdo, la diversión simpática y sin pretensión. Esta segunda incursión es igual de gratificante.
El comienzo de Bob Esponja: Un Héroe Fuera del Agua (The SpongeBob Movie: Sponge Out of Water) lo tiene al pirata Burger Beard (Antonio Banderas) en la búsqueda de un tesoro en una pequeña isla. El humor se presenta bastante simple, con gags amables y elementales. El tesoro en cuestión es un libro mágico, y cuando se dispone a leerlo (ya a resguardo en su barco), unas gaviotas entran en escena para escucharlo atentamente, y también, para intentar cantar. Algo que Burger Beard les impide. En ese punto sabemos que lo de Bob Esponja es una combinación interesante. Una utilización del humor tonto que permite otra cosa: la sorpresa. Durante poco menos de hora y media van a surgir chistes bobos, otros geniales, y un factor disruptivo hermoso. Lo mejor de Bob Esponja: Un Héroe Fuera del Agua es que sabe introducir en la narración unos absurdos bellísimos. Por eso se impone como una película disfrutable tanto por el chico como por el adulto. Porque además, viendo el cuadro completo, uno entiende que su humor es ingenuo pero no torpe.
Lo mejor de Bob Esponja: Un Héroe Fuera del Agua es que sabe introducir en la narración unos absurdos bellísimos.
El conflicto en Fondo de Bikini (la ciudad donde vive nuestro protagonista) surge cuando Plankton (el malo) trata de robar la receta de las exitosas hamburguesas de cangrejo del local de comida rápida donde trabaja Bob (el bueno, bah, el bueno y tonto). La batalla por la fórmula secreta, y el resultado posterior, tiene consecuencias nefastas para Fondo de Bikini. Digamos sencillamente lo que sucede: la destrucción completa de la civilización. Todo en un instante. El mérito de los creadores de Bob Esponja es su comprensión de que en la animación cualquier cosa pueda suceder, y que además, puede suceder en un segundo. Al igual que en Hora de Aventura (Adventure Time), su talento radica en entender que la libertad no se maneja solo a nivel visual, sino también narrativo.
A través de ese espíritu desenvuelto es que pueden incorporar momentos deliciosamente extravagantes. Cuando Plankton entra al cerebro de Bob es uno de ellos. Un reino de dulzura, amor y pura inocencia, cuyo exceso causa pavor (algo más que lógico). Otra es la secuencia surgida de la creación de una máquina del tiempo: el aspecto visual y los descubrimientos temporales resultan fantásticos. Finalmente, la circunstancia que da titulo a la película (ese “héroe fuera del agua”) donde los personajes se mezclan entre los humanos para enfrentarse a Burger Beard, cumple además en acción y diversión. Como en el caso de La Gran Aventura Lego (The Lego Movie), Bob Esponja: Un Héroe Fuera del Agua entrega una certeza, la buena animación permite liberar la imaginación.