Bob´s Burger es una serie de animación de largo aliento que acaba de estrenar el último episodio de la temporada 12, pasando ya los doscientos treinta capítulos y aun en movimiento. Tiene el estilo provocador de las comedias de familias disfuncionales hechas para adolescentes y adultos. Allí donde Los Simpson nunca se animaron a llegar, estuvieron, con diferentes tonos y estilos, Family Guy, American Dad, King of the Hill y otras series más corales como South Park. El desafío de poder hacer humor sobre todos los temas que las comedias con actores no hacen se alcanzó ya hace bastante tiempo y ahora solo es cuestión de sostenerlo. La mayoría de estas series no han llegado a la pantalla de cine y que Bob´s Burger lo haga habla también de su popularidad.
¿El resultado? Algo parecido a lo que ocurrió en su momento con Los Simpson en la pantalla grande. Una sofisticada técnica para mostrar una serie que todos conocen, una historia que logra comprimir todos los tópicos propios de la serie y una serie de sorpresas que permiten mostrar una apuesta un poco más importante que la serie. Acá ocurre exactamente eso. Cuando, como siempre, Bob está al borde de la quiebra absoluta y el banco solo le da una semana para pagar, un cráter se abre frente a su negocio y amenaza con ser el fin para la familia. Qué la película se estrene luego del final de la temporada 12 sirve para generar algo de expectativa acerca de sí este será el fin del sueño de Bob Belcher y su familia.
Pero el tropezón, tal vez imperceptible para los fans, es pensar el cine como algo más grande que el formato en el cual la serie se desarrolló y triunfó durante doce años. Las series pueden convertirse en película si son un proyecto completamente distinto, no sí son una mera extensión de lo que ya se está haciendo. La película cumple como producto. Están las voces espectaculares, los chistes exactos con el timing perfecto, los gags que pasan a toda velocidad en diferentes niveles. La inteligencia de los que escribieron el guión y juegan con fineza a un humor sin respiro. Pero pasa algo y es que la película no es graciosa, no es simpática, no tiene simpatía alguna. Si tuvieran un medidor de chistes todos irían al máximo nivel, pero aun así no causan gracia. Un mecanismo de relojería sin corazón. La pantalla grande pide más que un juego, necesita una empatía a otro nivel y le queda muy grande a estos dibujos. Ni con invitados ni con una animación 2022 se consigue el resultado que uno veía en la pantalla. No hay episodio de la serie que sea menos gracioso que este largometraje completamente helado y sin vida.