Sentimiento y nostalgia xeneize en pantalla grande
Era raro que en un fútbol tan marketinero como el actual nadie lo hubiera hecho antes. Pero así fue, hasta ahora. Finalmente, se estrena en cines comerciales una película acerca de un club argentino. Y, como era de esperarse, ese club es Boca Juniors.
"Boca Juniors 3D" es, básicamente, un documental que cuenta de manera fragmentada e incompleta (no podía ser de otra manera) los 110 años de historia de una de las instituciones futbolísticas más grandes e importantes del país y, claro que sí, del mundo entero. Y lo hace con un añadido que, a priori, parecía innecesario y efectista pero que, tras verlo en una sala, aporta un atractivo especial: el 3D.
Para contar algunos de los hitos xeneizes más importantes de todos los tiempos, la película presenta a un personaje central, que oficia de una especie de presentador e hilo conductor de los distintos episodios seleccionados. Se trata de "Funes", un viejo hincha fanático y enciclopédico, que remite directamente a "Funes el memorioso" de Jorge Luis Borges. A través de su relato, de los testimonios de algunos de los principales ídolos boquenses y de una inmensa cantidad de imágenes y material de archivo, el film recrea las máximas alegrías conseguidas por el club y obvia la inmensa mayoría de sus sinsabores. De todas manera, y nobleza obliga, la intención de la película es clara y cumple más que bien: celebrar el hecho de ser hincha de Boca.
Entre las virtudes de este opus, encontramos varias. Por un lado, su ritmo y edición. Que los hechos narrados no estén necesariamente en orden cronológico y que el montaje esté tan bien trabajado le aportan un dinamismo muy agradable. La película entretiene mucho y estructura su relato de manera acertada, logrando emocionar por momentos (si uno es hincha de Boca, claro). Por otro lado, su factura técnica y visual. No sólo está filmada (y suena) de manera excelente, sino que logra embellecer muchísimas imágenes de archivo de una manera muy destacable, ya sea mediante un perfeccionamiento del color o una edición con fines narrativos de las imágenes (cámara lenta, enfoques, etc.). En este sentido, el 3D juega un papel clave. No sólo está muy bien implementado, sino que logra transmitir la sensación de estar en la Bombonera, al ladito de los protagonistas. Mención aparte para una secuencia de cámara subjetiva que, de alguna manera, nos hace experimentar lo que vive un jugador al salir del vestuario hasta entrar a la cancha repleta.
En cuanto a los puntos negativos, también hallamos algunos. Por un lado, "Funes". Si bien no está mal su inclusión y rol, por momentos sus intervenciones cansan un poco y hacen pensar en que las mismas tampoco eran tan necesarias. Por otro lado, lamentamos que Juan Román Riquelme, Carlos Bianchi y Diego Maradona no hayan sido entrevistados para la ocasión. Si bien los vemos y escuchamos a través de material de archivo, que no hayan dado su testimonio frente a las cámaras de los realizadores como sí lo hicieron Carlos Tevez, Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto y tantos otros (hasta Mauricio Macri) es una pena. Por último, aunque en relación con esto último, podemos criticar algunos focos y decisiones, como, por ejemplo, que Riquelme, considerado por la mayoría el máximo ídolo de toda la historia de Boca, tenga menos peso en el relato que otras glorias.
No obstante, y más allá de estas posibles críticas en parte injustas, el resultado final es más que aceptable. Eso sí, si no sos de Boca, andá a ver la última de Francella u otra que tengas ganas.