Somos el pueblo y el carnaval
Una crítica jamás puede ser objetiva. Siempre va a haber un grado de subjetividad inmerso en el análisis que alguien pueda realizar sobre un hecho, o en este caso, una película. Después puede haber distintos grados de subjetividad aplicada, pero ahí nos metemos en un terreno que resulta bastante complejo de calcular. Esta crítica de Boca Juniors 3D, La Película es lo más subjetivo que podrán encontrar en la red. Soy hincha de Boca desde que nací, asisto ininterrumpidamente a La Bombonera hace más de 10 años y casi todos los días más felices de mi vida están asociados a los logros deportivos ganados por el club de mis amores. Boca es mi vida, Boca es mi pasión, es la alegría de mi corazón… Podría seguir cantando canciones y describiendo mi sentimiento por los siglos de los siglos. ¿Y qué tienen de relevante estas aclaraciones? De relevante seguramente poco y nada, pero la intención de las mismas es que el lector sepa desde que lugar provienen estas palabras por una película que por momentos consigue transmitir en parte la mística xeneize a la gran pantalla.
No van a encontrar en este escrito una crítica hacia los valores cinematográficos que la película pueda o no tener, si el 3D está bien utilizado o no (la segunda respuesta es la más acertada), o si el elemento ficcionario del film (Funes, el mítico hincha que es utilizado como hilo conductor) es un cúmulo de sobreactuaciones o no (lo es y no aporta demasiado). Porque eso lo van a poder encontrar en cualquier reseña de su diario o sitio web amigo. Básicamente lo que van a leer acá es una crítica que intentará desde lo más profundo de su corazón boquense desentrañar las sensaciones vividas, ya sean positivas y negativas, durante el visionado del documental a cargo de Rodrigo Vila.
Boca Juniors 3D, La Película recorre vagamente la historia del Club Atlético Boca Juniors y cuando digo vagamente me refiero a que centra demasiada atención de su metraje a los logros obtenidos en el nuevo milenio. Se entiende que está apuntada a un público joven y que la primera década del siglo XXI es, no solo la más reciente sino también la más ganadora en la historia del club, pero hubiese sido terriblemente atractivo ver con un poco más de profundidad las Libertadores del Toto Lorenzo, la final contra River en el Torneo Nacional de 1976 o la primera Intercontinental, solamente por mencionar las copas y los torneos más emblemáticos. Más que nada porque las anécdotas y el desarrollo de los últimos títulos son conocidos por cualquier fanático que se precie de tal. Quizás no era la intención de Vila, pero no pude encontrar a lo largo de su duración algún elemento histórico o curioso que lo distinga por encima de cualquier documental o especial realizado por los diversos canales de deportes.
Boca Juniors 3D, La Película centra demasiada atención a los logros obtenidos en el nuevo milenio.
La estructura del documental es clásica: Exhibe testimonios de distintos ídolos e imágenes de los logros deportivos de nuestro amado club. Hay muchas voces, y de varias épocas. Silvio Marzolini, el 3 más grande de la historia de Boca; Carlitos Tevez desde Turín (un dato que ahora resulta interesante por su vuelta); el Rata Rattin, único por jugar toda su carrera en el club; el inmenso Guillermo Barros Schelotto; y hasta el famoso Beto Marcico que vino de Francia para ser campeón. También están Palermo, el Mono Navarro Montoya, el Vasco, el Pato Abbondanzieri, el Flaco Schiavi, Héber Mastrangelo, Rojitas, Mauricio Macri, etc, etc y más etc. Con este repaso de participaciones quiero llegar a que desfilaron bocha de ídolos por la película pero es nula la contribución de Carlos Bianchi, Diego Armando Maradona y la de Juan Román Riquelme (te extraño más que nunca y no sé qué hacer). Los tres son mencionados y destacados por la película (Riquelme y Maradona bastante más que Bianchi) y la participación del máximo ídolo de la historia xeneize se encuentra limitada a extractos de entrevistas que hacen las veces de voz en off para potenciar las imágenes de sus inolvidables logros. De la misma manera que Román, irrumpe el Diego en el film, aunque el barrilete cósmico encuentra en las palabras de Miguel Brindisi un importante diferencial que hace de su ausencia algo menos notorio.
No sé bien cuales fueron los motivos de esas gigantescas faltas, pero sin duda resulta llamativo que se realice una película sobre Boca y no participen esas tres figuras de tamaña envergadura boquense. También me hace ruido la cantidad de minutos de Macri (y ahí quizás está la explicación de las ausencias, al menos la de Román y Bianchi) en la pantalla por encima de muchos próceres como Rattin o Rojitas. Y ese ruido se vuelve mayor cuando se cae en la cuenta de que es el único dirigente que tiene la palabra en el documental. Solamente hay una breve mención hacia Alberto J. Armando (y además a cargo de Mauri), una verdadera injusticia para uno de los dirigentes más importantes de la historia de la institución.
Resulta llamativo que se realice una película sobre Boca y no participen figuras del calibre de Juan Román Riquelme, Carlos Bianchi o Diego Armando Maradona.
Con lo expuesto arriba traté de analizar las cuestiones históricas y referenciales que creo faltan o no están desarrolladas como podría haber sido en el film. Después es bueno destacar que se trata con respeto la idiosincrasia del club y los innumerables planos al hermoso barrio de La Boca son una fiel muestra de eso. Resulta terriblemente enérgico y potente ver la obtención de los distintos títulos de Boca en una pantalla de cine. Las lágrimas brotan sin cesar en varios pasajes, encontrando su punto culmine en el último partido de Román contra Lanús. Es que ese día se despidió una parte viva de nuestra historia y Vila lleva adelante ese segmento con pasión y admiración. Los diálogos entre el Pato y el Flaco son una cosa hermosa y las vivencias del colosal Chapa Suñé son otro gran valor de la obra.
Boca Juniors 3D, La Película, si bien no llega a desarrollar con profundidad la rica historia de Boca, hay una noble intención de destacar con testimonios complementados por imágenes los logros más importantes del club. En muchos pasajes consigue transmitir la inconmensurable belleza de La Bombonera, los magníficos colores del barrio de La Boca, la fidelidad de una hinchada que siempre acompaña, la mística del pueblo y el carnaval; y ver eso en la gran pantalla es más que razón suficiente para ir, porque a Boca se lo sigue a todas partes, incluso hasta la sala de cine.