Aunque imperfecta, esta película tiene dos virtudes que muchos están olvidando: contar un cuento y contarlo de modo convincente.
Aquí una mujer pierde a su pareja, apela a un hechizo para que vuelva, se unen ambos pero lo que sigue es que nunca jamás por ningún motivo -muerte incluida- ha de separase lo que la magia (negra) ha unido.
Narrada como una fantasía que se acerca al cuento de hadas (siempre lo decimos: el cuento de terror es un primo cercano), cumple con causar el miedo que corresponde al precio de la entrada.