Llega a los cines una nueva película de terror del joven guionista y director ruso Svyatoslav Podgaevskiy. Cineasta que retorna con su flamante film, en busca de otorgar un salto de calidad al género de miedo en su país. “Boda negra” tendrá su estreno el próximo jueves 20 de enero.
Cuando el amor deja de ser correspondido hay ciertas personas, que recurren a brujas depositando en estas la ilusión de recuperar del otro aquel sentimiento perdido. Estás hechiceras se disponen a actuar a través de magia negra y la convocatoria de espíritus poderosos, con el propósito de manipular el sentir de ese ser que parece haber cambiado. Pero claro, estos rituales tienen sus riesgos y como ya se ha visto en otras historias dentro del cine, las consecuencias pueden resultar verdaderamente peligrosas.
La joven madre Evgenia (Yana Yenzhayeva) no puede tolerar que su novio y padre de su hija Polonia, la haya abandonado. Para recuperarlo busca ayuda en una bruja, quién le enseñará la forma de recobrar el amor de su prometido, Kirill (Konstantin Beloshapka), mediante un hechizo que debe ser consumado en medio de una boda.
En este sentido, los esfuerzos de la protagonista por cumplir al pie de la letra las órdenes de la hechicera para hacer efectivo el ritual, no serán suficientes para impedir las consecuencias oscuras que esto conlleva. Atrayendo el despertar de una irreconocible personalidad en su ex novio. Conducido por la liberación de espíritus que parecen enojados ante una convocatoria, que evidentemente no ha sido manifestada de manera perfecta.
En consecuencia, el relato se desencadena involucrando tanto a culpables como inocentes, que aunque en un principio permanecen incrédulos de lo sucedido deciden ayudar a pesar del riesgo que esto implica. Así, entre personas que no pueden continuar con su vida cotidiana, pesadillas que se confunden con la realidad, espíritus enérgicos y fuerzas malignas, la historia progresa ubicada siempre sobre el mismo eje, insinuando tejer nuevas subtramas para exponer un giro original e inesperado, que el público amante del cine de terror, de brujerías y hechizos espera con ansias, aunque en esta ocasión, en vano.
En definitiva, “Boda negra” es una película con una historia sencilla y ya consabida en otros films, que se sigue con facilidad a pesar de la diversidad de sus personajes. Con una buena cuota de escenas de miedo y suspenso, con protagonistas interesantes y una considerable fotografía, pero que no consigue sorprender, cayendo en una trama repetitiva y anunciada, al mejor estilo de las últimas producciones del género de terror hollywoodense, en cuanto a guion y forma narrativa.