Una oda a la vida, el arte y la música.
Durante la década del ’70 Freddie Mercury, Brian May, Roger Taylor y John Deacon forman una banda de música de rock llamada Queen. Bohemian Rhapsody fue el gran hit que los colocó en la mira de la música internacional; y es a partir de ello que el guionista Anthony McCarten (La teoría del todo, Las horas más oscuras) y el director Bryan Singer (X-Men, Valikiria) deciden contar una parte de la historia de la banda hasta su presentación en un festival de música internacional; y además la de su vocalista Freddie Mercury, ícono y leyenda de la música.
La película recorre momentos fundamentales de la banda y la concepción de algunas de las canciones más famosas que la trascendieron, también centrada en lo musical y en la vida de su líder Freddie Mercury, interpretado por el magnífico Rami Malek (protagonista de la serie Mr. Robot), el guitarrista Brian May caracterizado por Gwilym Lee, Roger Taylor a cargo de Ben Hardy y John Deacon de la mano de Joseph Mazzello. Cabe aclarar que la voz en la película es la del mismísimo Freddie Mercury, a Malek simplemente lo vemos en la pantomima y gesticulación característica, sin lugar a dudas perfecta en su sincronización.
Bohemian Rhapsody comienza con Freddie a punto de subir al escenario de un show fabuloso como fue el Live AID en 1985 para inmediatamente llevarnos a sus comienzos como maletero en los aeropuertos de la convulsionada Londres; en los que padeció discriminación y racismo por parte de sus colegas, vemos el dolor y la necesidad de ser otro en un lugar al cual no perteneces. Durante las 2 horas y 15 minutos de metraje hacemos un recorrido por la solitaria vida de Mercury, el desarraigo de su origen, el eterno amor hacia una mujer, su descubrimiento en el mundo homosexual, su enfermedad y oscuridad, su éxito y sus traiciones.
Freddie Mercury fue criticado por la prensa porque mientras estuvo vivo no luchó por ser la cara visible y ayudar a prevenir el SIDA, pues, en la película tampoco se habla de ese tema que levantó polémica en su momento.
Referido a los decorados y vestuarios merecen una gran valoración por su fidelidad a la época y al estilo. La perfecta tonalidad con la imagen que nos transporta a la casa de Mercury y a sus fiestas privadas.
Bohemian Rhapsody es una gran película que para colmar al espectador recrea el show del Live AID a tal punto que conmueve hasta las lágrimas. Oda a la vida, el arte y la música. Esperamos que definitivamente sea la película del año.