Dificilísima la tarea de Bryan Singer de llevar a la pantalla grande la vida del mítico cantante de Queen, su llegada a la banda, su lucha para lograr imponer sus ideas y su trágico final.
Afortunadamente en la decisión del protagonista, quien al poco tiempo de iniciada la propuesta lo reemplaza metonímicamente, en el recorte de los hitos biográficos y en la decisión de cerrar con el célebre recital de Live Aid se construye un apasionante relato sobre sueños, pasión y amor por la música. Para ir a bailar y cantar al cine.