Cuando llega al cine parte de la historia de algún personaje emblemático y/o famoso es todo un desafío para cualquier director y guionista. Aquí todo comienza en 1970 mostrando a un joven adolescente de origen pakistaní, inquieto, con mucha personalidad que por las noches salía a tomar cerveza y a escuchar una banda. Un día justo esta banda se queda sin vocalista y por esas cosas que tiene la vida, Freddie se ofrece a Roger Taylor (Ben Hardy) y Brian May (Gwilym Lee), estos cuando escuchan el registro de su voz quedan sorprendidos y lo aceptan sin dudarlo. Luego se suma a la banda John Deacon (Joseph Mazzello).
Vamos viendo como era Freddie (Rami Malek, “Noche en el museo: El secreto del faraón”), como llega a su vida el amor de una joven muchacha Mary Austin (Lucy Boynton, Asesinato en el Expreso de Oriente”) humilde, trabajadora, con una mirada expresiva, quien lo ayuda, lo acompaña y lo contiene mientras puede, él le compuso “Love of my Life”. Llega el éxito mundial de Queen y comenzó a distanciarse de ella, Mary sospecha que le es infiel, pero un día él mismo le dice: “Creo que soy bisexual”, a lo que ella responde “Creo que eres gay”. Ellos lejos o cerca siempre mantienen el vínculo.
La fama de Freddie cautivó a su público, era un ser muy creativo, el crecimiento de la banda fue increíble incluido su primer contrato con el sello EMI, pero también sufrieron ciertos vaivenes y errores que llevaron a la separación de la banda. Los cimbronazos también llegaron en su vida personal, con su pareja Jim Hutton (Aaron McCusker, “Dexter”), la traición de Paul Prenter (Allen Leech), quien le daba drogas, le organizaba fiestas y donde no faltaba el alcohol.
La cinta tiene varios momentos de belleza visual, magistrales, es divertida y dinámica, habla de los problemas sexuales, con las drogas, el alcohol pero todo está sugerido, la relación con Paul Prenter como término, la primera hora pasa muy rápido y tiene sus toques dramáticos.
El actor estadounidense Rami Malek debería ser nominado a los Premios Oscar por su papel como Freddy Mercury ya que logra la gestualidad, los movimientos y el carisma del cantante. Usó una prótesis en su boca, no le cambiaron el color de sus ojos y de esa forma utiliza mejor su mirada, en el canto mezcla entre Malek, el cantante canadiense Marc Martel (tiene su color de voz) y en otros momentos Freddi Mercuri. Están geniales: Gwilym Lee como Brian May y Joseph Mazzello, más flojo es Ben Hardy como Roger Taylor, correctos: Mike Myers como Ray Foster de la discográfica; Lucy Boynton; Aaron McCusker; entre otros.
“Bohemian Rhapsody” va desde 1970 hasta 1985 con el concierto “Live Aid” con una duración de unos 15 minutos para disfrutarlo, lo vivís como si estuvieras en un concierto, para vibrar en tu butaca, una banda sonora y fotografía increíble. Una pena que las canciones no se encuentren subtituladas.
Tiene un final un poco abrupto y queda un poco afuera su soledad, su enfermedad, porque no la llevan hasta 1991, dentro de los créditos finales se hace dicha referencia y hay imágenes de los verdaderos personajes. Freddy Mercury lucho contra sida en una época que no se conocía mucho de la enfermedad y no había casi medicamentos.