Debido a un defecto congénito, Tina no es una chica muy agraciada, pero tiene el don de un olfato casi paranormal, lo que le permite lucirse en sus funciones de agente de aduana. Ella puede oler sentimientos como la culpa, la maldad o el miedo, e inclusive olfatear objetos escondidos. Sus dones también incluyen una conexión especial con los animalitos del bosque donde vive con un novio con el que, paradójicamente, no tiene el menor contacto sexual.
Su trabajo en la aduana le permite conocer a otro extraño personaje que físicamente se le asemeja. Se trata de una mujer que luce como hombre -lo que se descubre en una exhaustiva revisión aduanera- y que se dedica a la cría de gusanos. Mientras crece la relación de la protagonista con este extraño personaje, la policía le pide su ayuda para desbaratar una red de pedofilia y pornografía infantil. Ganadora del primer premio en la principal muestra paralela de Cannes, Un certain regarde, “Border” es un film disparatado y perturbador por partes iguales. El argumento no deja de arrojarle nuevas sorpresas al espectador, lo que se vuelve un poco demasiado dado el planteo extremo del que parte todo el asunto. Con todo, es como mínimo original, aunque finalmente es ese tipo de películas más raras que realmente logradas.