Border: Sentí algo hermoso

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Con el mismo guionista del clásico del género “Let the Right one in” (John Ajvide Lindqvist), el joven director Alí Abbasi logra en Border (Gräns) un potente y original relato que bordea el fantástico sin dejar de preocuparse por cuestiones muy reales.

Hay algo inhumano en Tina que va más allá de su aspecto rústico, algo que la hace conectar mejor con la naturaleza y sus bestias que con los humanos que la rodean. Es ese instinto animal el que le permite intuir las emociones ajenas y descubrir contrabandistas en su trabajo como guardia de frontera.

Olfato

Así sea un menor de edad cargando alcohol o un bien vestido pedófilo que será la punta del ovillo para desentrañar una red de pornografía infantil, le alcanza con tenerlos cerca para estar segura de que son culpables, de forma eficiente e implacable.

Su rutina es simple entre el trabajo y una pareja no muy sólida, hasta cruzarse con un hombre al que su olfato acusa pero que no tiene nada ilegal en su persona. Un hombre, el cínico Vore, que comparte muchos rasgos con Tina, aunque parece mucho menos adaptado a la vida en sociedad que ella por tener su lado animal más a flor de piel.

Intrigada y atraída por su presencia sin saber del todo el motivo, poco a poco se acerca a él sintiendo por primera vez en la vida que no está completamente sola en el mundo. Además de por fin encontrar a alguien más con el mismo extraño desorden genético que la hizo sentirse marginada desde niña, el extraño viajante parece ser la clave para desentrañar una mentira armada desde que nació, para ocultar sus verdaderos orígenes e identidad.

A Cara de Perro

Si algo hace bien Border es balancear los cambios de tono y tema para mantenernos expectantes, interesados en saber qué es lo que está pasando.

Así es que logra plantear una historia de romance, cruzada por una trama policial que lejos de ser anecdótica le da herramientas para profundizar a los dos personajes principales. Un romance que nunca se basa en las cuestiones superficiales clásicas del género, porque el vínculo entre ambos va a las raíces de la identidad de cada uno y sus visiones del mundo.

Si Tina se siente atraída es porque finalmente encuentra a alguien que la trata como una igual, que le demuestra que la diferencia no es una aberración sino algo que ni ella entiende realmente. Y en un giro que no podría existir en una historia romántica clásica, también pone un límite de lo que está dispuesta a aceptar dentro de ese juego, con líneas que no cruzará por más fuerte que sea el vínculo que se forma entre ambos.

Mientras progresa el personaje de Tina, Bordercuestiona varios conceptos naturalizados por la sociedad desde la belleza normativizada, el amor romántico y el derecho a responder con violencia o crueldad a los abusos recibidos. Todo esto inserto en un contexto sutilmente fantástico que reimagina parte del folklore regional, insertándolo en el mundo contemporáneo sin que esto ponga en peligro el verosímil ni la solidez del relato.