La cinta va mezclando lo fantástico y el thriller nórdico y nos introduce en las vivencias de seres diferentes que viven en armonía con el resto de la población siendo distintos. Tina conoce a Vore con quien se huelen los sentimientos, su comportamiento es animal y cuando están juntos su pasión es animal al igual que su aspecto.
En algún momento tiene una pequeña similitud a “El hombre que ríe” (Paul Leni) o El hombre elefante (David Lynch), entre otras, donde seres imperfectos, eran mal vistos y discriminados por la sociedad, con la incapacidad de incluirlos. En cambio aquí Tina aunque tiene un aspecto monstruoso es totalmente aceptada por sus compañeros, sus vecinos y hasta es respetada, ella goza de algunas habilidades para descubrir a los criminales tiene un olfato especial y está al servicio de la comunidad.
Tiene una dosis de humor negro, tensión, misterio, estos seres se descubren juntos, Tina descubre su pasado y se reencuentra con su interior. El espectador puede hacer distintas lecturas y el director de origen pakistaní Ali Abbasi (“Shelley”, 2016), deja cierto mensaje esperanzador. Es posible que no todos puedan ingresar en este mundo extraño con ciertas particularidades.