Es bueno aclarar de entrada que el film engancha aún aquellos que no son apasionados del tenis, que poco saben de sus atletas mas conocidos y que solo lejanamente recuerdan que Bjorn Borg y John McEnroe protagonizaron un histórico encuentro en l980 en Wimbledon, donde el sueco se alzó con el quinto título consecutivo. El director Janus Metz Bledom y el guionista Ronnie Shandahl ya trabajaron juntos en un documental sobre el tema para la televisión británica. Y aunque aquí se remonten a la infancia de los famosos tenistas, a McEnroe se lo muestra esquemáticamente con un carácter irascible, en conferencias de prensa y partidos, despreciado en su país y con un padre exigente de caricatura. La atención esta puesta en Borg, un chico de carácter tan volátil como el norteamericano, amaestrado por su entrenador hasta transformarlo en un bloque de hielo ígneo por dentro. Con una carrera que comenzó a los 15 años y duró una década. El resultado de tanta presión contenida da un ser que no disfruta, preso de tics y supersticiones, inseguro y torturado. Tensiones que también vive su oponente. Vidas tensionadas al máximo. Y luego la larga secuencia del partido en cuestión. Entretiene, informa a los neófitos y termina con las consabidas fotos de los verdaderos deportistas que se transformaron de rivales en amigos.