Nos encontramos frente a un documental de corte experimental, con toques poéticos, donde la directora muestra una serie de imágenes de vegetación, tropillas de cabellos, sombras con distintas siluetas, personas bailando, una anciana a lado de una pileta. En definitiva una película que contiene un lenguaje demasiado críptico con el cual muy pocos espectadores se podrán sentir familiarizados.