Boyhood es un filme único, y por ese solo hecho, los cinéfilos avanzados deben verlo. El gancho es extraordinario: un filme rodado a lo largo de 12 años que muestra como el protagonista va creciendo, pero no mediantes trucos de maquillaje, o efectos especiales, sino mediante el real paso del tiempo. Pero esa falta de truco, es justamente el truco, el gimmick como le dicen en inglés, y la pregunta obvia es ¿más allá del gimmick, del truco, del artilugio, hay algo más? ¿hay un filme que dramáticamente valga la pena tras este interesantísimo experimento? Escuchá la crítica completa en el reproductor debajo de la foto.