Richard Linklater vuelve a ratificar que es el director más innovador y arriesgado de Hollywood
Filmada con el mismo elenco a través de 12 años, Boyhood nos muestra como es crecer a través de los ojos de Mason (Ellar Coltrane). Momentos buenos, momentos malos, cumpleaños, divorcios, campamentos, noviazgos, todo contado con un fantástico soundtrack como esos que solo Linklater puede ofrecernos.
El Mundo según Mason
Uno solo puede envidiar la carrera que construyó Richard Linklater a lo largo de los años. Más allá de nuestro gusto como espectadores, el director oriundo de Huston, Texas ha sabido moverse con plena facilidad entre el cine independiente y los encargos para grandes estudios. Innovador y visionario como pocos en la industria, Linklater no le teme al uso de nuevas técnicas narrativas, algo que queda bien claro en realizaciones rotoscópicas como A Scanner Darkly o Waking Life. Con Tape supo como adaptar obras de teatro de una sola locación. Con Dazed and Confused filmó la película definitiva sobre "fumones". Mezcló ficción con documental en cintas como Fast Food Nation y Bernie. Con solo tres momentos específicos nos mostró la evolución de una pareja en la trilogía compuesta por Antes del Amanecer, Antes del Atardecer y Antes de la Medianoche. Con Slacker hizo la película más brillante sobre nada. E incluso cuando Hollywood lo necesitó, entregó una joyita como fue Escuela de Rock. Todo esto nos termina llevando a Boyhood, una película que solo alguien como Richard Linklater podría haber filmado.
Gente como François Truffaut con la saga de Antoine Doinel y Michael Apted con la saga documental que comenzó con 7 Up, ya habían explorado de manera progresiva el paso de la niñez a la adolescencia, y posteriormente a la adultez. Pero lo que Truffaut hizo a lo largo de veinte años y siete apariciones, y Apted, comenzando en 1964 y a lo largo ocho documentales filmados con intervalos de siete años (ya va por 56 Up), Linklater lo hizo en doce y, lo que es más impresionante, en un único relato. Es por eso que cuando uno habla de Boyhood hay que remarcar tanto la proeza narrativa como la técnica.
Es imposible ignorar que Linklater logró reunir durante unas par de semanas al año y a lo largo de doce años al mismo grupo de actores. Que encontró, con gran visión a futuro, al joven Ellar Coltrane, un actor que vemos crecer frente a nuestros propios ojos. Que apostó por una película, que por esas cosas del destino, podría haber quedado en la nada en cualquier momento. Que intentó y logró hacer algo diferente. Esos logros técnicos y de producción merecen ser tenidos en cuenta porque denotan el amor y la pasión que hay detrás de este proyecto y su relato.
Pero todo este épico cuento nunca se podría haber llevado acabo sin el guión adecuado. A pesar de su ambiciosa idea de producción, Linklater decidió contar una historia muy intima. Somos espectadores privilegiados en la vida de un niño que se transforma en adolescente. Y si bien la película no cuenta con una trama propiamente dicha y se extiende a lo largo de 12 años, el guión de Linklater logra que el film nos mantenga interesados en todo momento. Esto se debe a que estamos constantemente pendientes de Mason . Con toda la película vista a traces de sus ojos, es casi inevitable que terminemos creando una relación casi fraternal con él.
Mason está encarnado por el casi debutante (técnicamente cuando se empezó a filmar la película todavía lo era) Ellar Coltrane. La constancia en la actuación que muestra a lo largo del paso de los años es notable y no caben dudas de que le espera un futuro brillante. Ethan Hawke hace un buen trabajo como su simpático y verborrágico padre, aunque su papel me recordó bastante al de la trilogía de Antes del Amanecer. Muchos buenos actores se lucen en pequeños papeles de gente que va pasando por la vida de Mason a través del tiempo, pero quien me resultó una verdadera sorpresa es Patricia Arquette como la madre. No resultaría extraño verla nominada como Mejor Actriz de Reparto cuando comience la temporada de premios dentro de algunos meses.
Conclusión
Boyhood es una película destinada a ocupar un lugar privilegiado en la historia del cine por su ambición, su audacia y su originalidad. Todo esto se combina con un inteligente guión de Linklater, quien logra captar y nunca soltar nuestro interés a lo largo de 165 minutos con una historia tan íntima y que se extiende tanto en el tiempo como es el paso de la niñez a la adolescencia, un logro que tampoco debe pasar desapercibido.