Michael Myers sofisticado
Secuela que respeta elementos de la primera pero sin continuidad en la trama, dirigida por William Brent Bell y escrita por Stacey Menear. Brahms: El Niño 2 (The Boy 2, 2020) es una película que intriga mas de lo que asusta, le hace honor al compositor alemán pero a no ilusionarse, puesto que se suma al listado de malos films de supuesto terror del 2020.
Una joven familia compuesta por Liza (Katie Holmes), Sean (Owain Yeoman) y el pequeño Jude (Christopher Convery), se mudan a una mansión en las afueras de la ciudad, luego de vivir un trágico episodio que no logran superar, sin ser conscientes de la aterradora historia que ha marcado su historial durante décadas. Allí, el miembro más joven de la familia, hace un nuevo amigo: un muñeco con forma humana al que llama "Brahms".
Con explícitas reminiscencias a Chucky, el muñeco maldito (Child´s Play, 1988) y a Noche de brujas (Halloween, 1978), es inevitable cuestionarse la motivación de la continuación de estos films de terror: jugar con el público, llenar salas de personas que sólo buscan entretenimiento, y sacar rédito de ello. Sin tener en cuenta, que las expectativas del espectador están cambiando debido al aburrimiento de ver siempre lo mismo. Por fortuna existen nuevas inquietudes y búsquedas de otro tipo de cine que prioriza la sugestión y los aspectos psicológicos.
De esta película podemos decir que las locaciones son lúgubres, siendo lo mejor la música aunque por momentos no acompañe la historia o se esfuerce en el intento de asustarnos, que no siempre logra. Las actuaciones son correctas y no creíbles al mismo tiempo, siendo lo peor la interpretación del protagonista, un niño con el que no empatizamos para nada, lo cual es un grave error que nos dé lo mismo lo que pueda sucederle. La dirección también es regular y el guión, predecible, ya que cuenta con escenas ridículas, dando cuenta que no se buscó respetar una estructura sólida, con situaciones sacadas de la galera para rellenar. Destaco elementos de utilería y escenografía por su detallismo, ya que aportan elegancia al muñeco. Los efectos especiales no son buenos, como así tampoco los escasos jumpscares.
Es un film que entrega menos de lo que anuncia en su trailer, no obstante, debo decir que no me aburrí, su comienzo es prometedor. Por ese motivo no lo considero malo, entretiene y nada más. Muy lejos del terror e invita a rever los clásicos Chucky, el muñeco maldito y Noche de brujas.