Esta producción de Luc Besson brinda una propuesta diferente a la que se ofrece en Tres días para matar.
Brick Mansions es una típica película de acción clase B como las que se hacían a principios de los años ´90, con la particularidad que tiene un soberbio trabajo de realización en los aspectos técnicos.
Paul Walker, en uno de los últimos filmes que llegó a completar antes de su fatal accidente, en este caso trabajó junto a una de las nuevas figuras del género.
David Belle es uno de los fundadores de la disciplina Parkour y en la última década sobresalió como una de las estrellas más importantes que surgieron junto a Tony Jaa (Ong Back), Yanin Vismitananda (Chocolate) e Iko Uwais (The Raid).
El Parkour, también conocido como el "arte del desplazamiento", es una actividad de alto riesgo en el que sus practicantes corren por ambientes urbanos o naturales sorteando todo tipos de obstáculos.
En el caso de Belle, el actor francés debutó en el cine gracias a Besson con las películas de culto, Distrito 13 (2004) y su continuación Distrito 13: Ultimátum (2009), que fueron pioneras en trabajar la acción a través del Parkour en la pantalla grande.
La primera entrega había sido dirigida por Pierre Morel, quien luego hizo para Besson, Búsqueda implacable y De París con amor.
Brick Mansions es la remake de Distrito 13 pensada para el público norteamericano que apunta a impulsar la carrera de Belle en Hollywood.
El extraordinario desempeño físico del artista francés es el principal gancho de esta propuesta que atrapa a cualquier amante del género desde los primeros minutos. Si bien cuando hizo el film original era diez años más joven, en esta nueva versión vuelve a sorprender con esas acrobacias espectaculares que lo hicieron famoso en todo el mundo.
La trama, que presenta el mismo conflicto de la producción del 2004, en este caso se trasladó a los suburbios de Detroit.
Paul Walker interpreta el rol del policía encubierto que en la versión anterior estuvo a cargo de Cyrill Rafaelli, el coreógrafo de acción de Búsqueda implacable.
Este es el motivo principal por el que la remake si bien es muy entretenida no llega a ser tan sorprendente como la original.
Rafaelli al ser un experto en artes marciales formaba una dupla mucho más potente con David Belle y las escenas de pelea tenían un impacto visual mayor.
Sin embargo, Paul Walker logró defenderse muy bien en varias secuencias de acción y terminó por gestar un buen equipo con su compañero francés.
El público que no vio Distrito 13 encontrará en Brick Mansions una entretenida película clase B, con los típicos villanos de los filmes futuristas de Enzo Castellari (como Fuga del Bronx), que deleitará a cualquier fan del género.