En la década del 80, disfruté viendo los capítulos de muchas series yanquis de acción, entre ellas "MacGyver", "Chips", "El Auto Fantástico", "División Miami", "Muelle 56" y, obviamente, "Brigada A".
Con las reediciones de las temporadas en DVD y los canales de cable retro se pueden volver a ver todas estas series, aunque quienes lo hayan hecho habrán notado que éstas no resistieron el paso de los años y hoy parecen malísimas.
De a poco, todas estas clásicas series se irán adaptando al cine, considerando que en Hollywood ya no saben de donde sacar material para nuevas películas.
"Los Ángeles de Charlie", "Los Dukes de Hazzard" y "División Miami" son algunas de las que ya fueron adaptadas (con un flojo resultado) y ahora es el turno de "Brigada A", bajo la dirección de Joe Carnahan.
El cine de acción yanqui actual suele ser muy exagerado, repleto de escenas violentas con gran producción pero sin sentido.
Y lo bueno de la serie "Brigada A" era exactamente eso. Los Magníficos construían cosas ridículas que llevaban a escenas de acción imposibles y divertidas, en las que nunca había sangre ni moría nadie.
Sabiendo entonces cómo es el cine de acción actual y cómo fue la serie original, uno sabe qué esperar cuando entra al cine.
Joe Carnahan hizo su debut con un gran film llamado "Narc", para luego volcarse al típico cine de acción con "Smokin´ Aces". Con su tercer trabajo, "The A-Team", toma la esencia de la serie original para presentar una película con mucha acción, humor y, sorprendentemente, un buen guión.
El espíritu "light" que tenía la serie es lo único que no se respeta, ya que es mucho más violenta, pero el resto de los elementos dicen presente: los cuatro carismáticos personajes, la camioneta, la música, las conocidas frases y el origen del grupo.
La primer parte se dedica a la introducción de los personajes, la formación del grupo, cómo terminan encarcelados por "un crimen que no cometieron", e inclusive se explica por qué Baracus teme volar.
Luego pasa a una trama más previsible, en donde Los Magníficos deben recuperar unas planchas de impresión robadas mientras son perseguidos por la justicia, que si bien no resulta muy original, no deja de ser entretenida.
Las secuencias de acción son todo lo que uno imagina: increíbles, ridículas, exageradas, y lo más importante, divertidas. La del tanque, la del edificio, la del camión, la del barco, todas resultan imposibles. Pero es lo que uno seguro quiere ver.
Por el lado del casting, los cuatro personajes fueron muy bien elegidos.
Liam Neeson, como Hannibal, cumple bien su papel de líder reemplazando al recordado George Peppard.
Bradley Cooper, como Face, aporta facha, carisma y más acción que el original.
Quinton 'Rampage' Jackson tiene el mayor desafío de los cuatro, reemplazar a Mr.T como B.A. Baracus en un rol que quedó muy identificado con ese raro personaje. Igual logra despegarse y hacer su versión, aunque bastante más "blandito" que el original.
Sharlto Copley ("District 9"), como Murdock, es el que realmente se luce aprovechando la locura del personaje.
Jessica Biel, como Charisa Sosa, simplemente hermosa.
El único punto flojo son los villanos, que prefiero no adelantar.
Para quienes suelen quedarse hasta el final de los créditos, les espera una última escena con los dos actores originales de la serie que interpretaron a Face y Murdock.
Quienes busquen revivir el recuerdo de una de las mejores series de los 80, vayan tranquilos. Es pura diversión.