Un chico muy especial
Brightburn: Hijo de la Oscuridad (Brightburn, 2019) es una película de terror y ciencia ficción dirigida por David Yarovesky y co-escrita por Brian y Mark Gunn. Producida por James Gunn (Guardianes de la Galaxia), el reparto está compuesto por Jackson A. Dunn (Scott Lang a los 12 años en Avengers Endgame), Elizabeth Banks (Effie Trinket en Los Juegos del Hambre), David Denman, Emmie Hunter (Forever My Girl), Becky Wahlstrom (Grey’s Anatomy), Meredith Hagner, Matt Jones, entre otros.
En una granja del Estado de Kansas, la pareja conformada por Tori (Elizabeth Banks) y Kyle (David Denman) desea tener un hijo pero no lo puede conseguir. Para su sorpresa, esa noche un meteoro cae en el bosque cercano. Cuando se acercan a ver qué es lo que ocurrió, Tori y Kyle descubren que hay una nave y dentro de ella está un bebé indefenso, por lo que los dos de inmediato deciden adoptarlo como propio. Aunque Brandon Breyer (Jackson A. Dunn) no presenta inconvenientes durante la infancia, en los inicios de la pubertad varias situaciones harán dudar a sus padres de que en realidad el chico no es humano y vino a hacer el mal en la Tierra.
Catalogada como la “versión maligna de Superman” debido a las similitudes que presenta el origen de ese superhéroe con el del protagonista de esta historia, Brightburn nos muestra de una manera muy entretenida cómo un niño aparentemente inocente puede generar horror y tragedia en poco tiempo. El joven Jackson A. Dunn consigue dar una buena interpretación ya que no solo su personalidad transmite misterio sino que también aterroriza cuando se lo ve en acción. Gracias al guión, el espectador duda todo el tiempo sobre si verdaderamente Brandon es un vil mentiroso consciente de lo que está haciendo o si, cuando mata, otra fuerza dentro de sí toma el control.
Aunque la película utiliza los conocidos jump scares, el director también se encarga de construir una atmósfera sombría para que el espectador pueda asustarse. Hay varias secuencias muy bien logradas con respecto a esto, en especial una que sucede dentro de un restaurante e incluye tubos de luz y otra en la casa de la tía del protagonista. Yarovesky no se priva de mostrar escenas sangrientas por lo que para los más impresionables esta cinta no es recomendada.
Por otro lado, Elizabeth Banks está muy bien en el papel de Tori, madre que defiende a su hijo y hasta el último momento tiene la esperanza de que Brandon sea inocente. No obstante el final resulta flojo con respecto a lo que se venía proponiendo, notándose las ganas de los realizadores para que de esta película se puedan hacer continuaciones.
Cortita pero muy disfrutable, Brightburn: Hijo de la Oscuridad cumple el cometido de mantener tenso y expectante al espectador por 90 minutos. Con una máscara extraña, súper fuerza, ojos láser y la capacidad de volar, la presencia de Brandon Breyer por las noches sin duda alguna logra atemorizar.