El Nacimiento de un Supervillano. Crítica de “Brightburn: Hijo de la oscuridad” de David Yarovesky”
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¿Que pasaría si un niño de otro planeta aterrizara en la Tierra, pero en vez de convertirse en un héroe para la humanidad, demostrara ser algo mucho más siniestro? Por Bruno Calabrese.
Tori (Elizabeth Banks) y Kyle Breyer (David Nenman), son dos granjeros que no pueden concebir un niño de forma biológica. En medio de la crisis por la no concreción de esa paternidad deseada, cae una nave con un bebé en su interior. La pareja decide adoptar al pequeño, Brandon, un ser de otro planeta con increíbles habilidades muy similares a las del Superman de DC Comics.
Sus poderes empiezan a despertarse en la pubertad y como todo adolescente se empiezan a dar reacciones negativas ante el intento de sus padres de poner le límites. Pero no solo ante sus primogénitos, sino también ante el rechazo por parte de la chica que a el le gusta. Conflictos propios de la edad se hacen presentes.
Ese segmento de la película plantea lo más interesante de “Brightburn”, sobre todo a partir de que los padres empiezan a darse cuenta del peligro que su hijo esconde.
Elizabeth Banks es quien carga con el peso dramático de la película. La negación del peligro que significa su hijo o como ella plantea: “nunca voy a estar en contra de mi hijo” corre el foco de los superpoderes para convertirse en un drama similar a películas como “We need to talk about Kevin” de Lynne Ramsay. Ese negacionismo conducirá la situación hacia un terreno peligroso que traerá consecuencias.
A partir de la segunda mitad y con la explosión emocional de Brandon, la película pega un giro para convertirse en un slasher similar a “Halloween” o “Friday 13°”. El joven comienza a descargar toda su ira ante cada humano que lo contradiga o que no responda a sus exigencias. Aunque resulte menos interesante, la fusión entre géneros hace la experiencia entretenida y nos mantiene expectantes hasta su desenlace.
“Brightburn” no se caracteriza por sus efectos especiales, aunque si por la violencia explícita presente en algunas escenas. Con un aire a película independiente (Su presupuesto fue de 7 millones de dólares), es imposible no encontrar similitudes a películas como “Split” de Night Shyamalan y la excelente “Chronicles” de Josh Tank. En ambas, seres humanos con poderes sobrenaturales se convierten en temibles asesinos.
La producción corre por cuenta de James Gunn (director de la saga Guardianes de la Galaxia de Marvel), quien en su ópera prima ya había incursionado en el género terror y ciencia ficción en “Slither”, también protagonizada por Elizabeth Banks. Una película cuya trama tiene bastante puntos en común. En la misma, la caída de un meteorito trae consigo una temibles babosas que se apoderan de humanos y los convierte en seres sedientos de carne. Con el paso del tiempo, el film se ha convertido en una cinta de culto dentro de los amantes del género.
Lejos de convertirse en algo similar, igualmente “Brightburn” es un film interesante y sombrío, que indaga en los inicios de un Superman sádico, violento y muy peligroso para la humanidad. Con una escena post-créditos protagonizada por Michael Rooker (actor fetiche de James Gunn), la película deja abierta las puertas para una continuación con la presencia de otros interesantes supervillanos.
Puntaje: 75/100.