Tori y Kyle son una pareja joven, que viven en una granja de Kansas. El destino les juega la mala pasada, ya que no pueden tener hijos; pero todo cambia cuando un misterioso objeto del espacio cae en el lugar. Años después, la idílica familia empieza a sufrir cuando el joven Brandonempieza a desarrollar extrañas habilidades, mientras sospecha de su verdadera naturaleza.
Por la sinopsis, es más que obvio que Brightburn: Hijo de la oscuridad es una revisión al mito de Superman, pero dándole una vuelta de tuerca a dicha historia; con un niño que se empieza a salir de control pese a los constantes esfuerzos de su padre para que sigua por la senda del bien. La pregunta es si esto alcanza para dar una buena película o no. La respuesta, sería un “más o menos”.
Empecemos por lo negativo. El film tiene un enfoque, que, a nivel personal, parece bastante errado, yéndose por el lado del terror al más estilo “movie genérica de todas las semanas”. Así que no solo estamos ante una de horror, sino que esta recontra plagada de jumpscares. Cuando en realidad si bien la posibilidad de un Superman malo es aterradora, no necesariamente se tenía que hacer una película de terror al uso.
A esto debemos sumarle el pobre trabajo del joven Jackson Dunn en el rol principal. Si bien no nos gusta criticar la labor de un niño, con un actor un poco más expresivo, hubiéramos tenido un Brandon bastante más creepy. Y esto se nota sobre todo en las escenas donde el chico intenta manipular a sus padres ocultando su recién iniciada ola de asesinatos
De todas formas, esto no tira por tierra las virtudes que ofrece Brightburn: Hijo de la oscuridad. Elizabeth Banks compensa cualquier mala actuación, componiendo a una madre que pasa por todos los estados mientras ve que su hijo adoptivo se encamina a ser un monstruo asesino.
Lo mismo podemos decir con la fotografía y ese tono opresivo que se nos presenta. Y pese a que el bajo presupuesto se nota a lo largo de hora y media de duración, en ningún momento chirria o hace ver al resultado final como ridículo o clase b.
Brightburn: Hijo de la oscuridad es una interesante película, que tiene el sello de James Gunn por todos lados, aunque participo poco y nada en el proyecto. Con una idea original para los tiempos que corren donde los superhéroes pueblan nuestras salas, es una lástima que no se jugara más con este mito y se descartaran por el terror más obvio. Así y todo, no deja de ser recomendable si tienen muchas ganas de ir al cine.