Una historia que pone en relieve el suspenso, la acción policial, la brutalidad de la corrupción y con las suficientes vueltas de tuerca para entretener al espectador, sin pretensiones de mas. Russell Crowe, perfecto en ese alcalde seductor y peligroso. Mark Wahalberg es el expolicía con problemas que busca redención. Nada es lo que parece.