No fue magia.
Bruja es una película argentina, dirigida por Marcelo Paez Cubells y protagonizada por Érica Rivas, en la que interpreta a una madre que utiliza la magia negra para recuperar a su hija secuestrada por una red de trata. Y la acompañan Leticia Brédice, Pablo Rago, Juan Grandinetti, Maite Lanata y Miranda de la Serna.
Con un guión de Matías Caruso, la historia se centra en Selene, una madre soltera cuya hija Belén es secuestrada por una red de trata encabezada por un personaje interpretado por Leticia Brédice. Y para buscarla cuenta con la ayuda de Ricardo, interpretado por Pablo Rago, otro padre cuya hija también fuera secuestrada y descubren que muchas autoridades del pueblo están involucradas en el negocio. Es por eso que tiene que recurrir a sus conocimientos de magia negra para liberarla y castigar a los responsables.
Si bien estamos ante una premisa interesante, falla al introducir la magia negra en un thriller con una estética de sexplotaition, porque no termina de resultar verosímil. Esto se debe al mal uso de los efectos visuales, porque queda en evidencia el uso del CGI, en lugar de recursos analógicos que la hubieran hecho más interesante, aprovechando además su bajo presupuesto. Y en eso se diferencia de Las esclavas, otra película argentina que aborda el mismo tema con una estética similar, pero con una crudeza tal que incomoda al espectador y lo obliga a reflexionar sobre la gravedad del asunto.
Otro punto en contra son sus actuaciones, porque a pesar de estar bien caracterizadas en los personajes, no resultan verosímiles. Es así como tenemos a una Érica Rivas que sobreactúa gritando por su hija en lugar de desarrollar con más profundidad los diferentes estados de ánimo que atraviesa su personaje. Y Leticia Brédice desaprovecha la oportunidad de interpretar a esta villana fría y cruel, limitándose únicamente a maltratar por igual a sus empleados y a sus víctimas, sin profundizar en las ambiciones del personaje.
En conclusión: Bruja denuncia la trata de personas utilizando las reglas del cine de género. Y si bien el mensaje queda claro, y esto es lo más importante, no funciona debido a que toma decisiones desacertadas en puesta en escena, desaprovechando así una de las ideas más interesantes que dio el cine nacional en estos últimos años.