Tanto en un sitio como el otro, veremos las excavaciones y la identificación de los cuerpos a través del trabajo de arqueólogos y forenses, mientras exploraremos lo que conocen hoy, tanto un grupo de adolescentes en Corea del Sur como de Argentina al respecto. Ambos grupos de jóvenes harán trabajos en sus escuelas sobre el tema, entablarán lazos y tendrán la oportunidad de intercambiar conocimientos y percepciones sobre el pasado. Paralelamente, podremos escuchar testimonios de los/as sobrevivientes del horror y de las madres de aquellas víctimas que fueron desaparecidas. Los testimonios de las madres que tanto en Corea del Sur como en Argentina aun reclaman por justicia y quieren saber qué pasó con sus hijos e hijas, probablemente sea unas de las cuestiones que más impacta del documental, junto con el reconocimiento de que fueron gobiernos, aunque dictatoriales, los que ejercieron la violencia y la represión, por lo que aun hoy se exige la reparación por parte del estado.