Pasa en las mejores familias
Basada en la obra teatral de Noel Coward estrenada en 1925, Buenas Costumbres es una remake de la primera adaptación cinematográfica que realizara Alfred Hitchcock (Easy Virtue, 1928) por ese entonces lejos del estrellato de Hollywood. Sin la delicadeza del maestro del suspenso, se verán pulsiones sexuales reprimidas, manías esnob y mucha elegancia retro british, matizando esta comedia a la antigua con ciertos anacronismos musicales como Sex Bomb de Tom Jones que la modernizarán sin dañar su estilo.
Situada a fines de la Primera Guerra Mundial, la historia nos presenta a John Wittaker (encarnado por Ben Barnes) como un joven inglés de acomodada familia que se casa casi de forma compulsiva con una sexy y moderna chica norteamericana. Cuando llega el momento de presentarle su mujer a sus padres, toda la armonía previa desembocara en una guerra de nervios, tensiones y contraataques en medio de un entorno hipócrita que rechaza el glamour y la vitalidad de esta joven mirando con malos ojos la incipiente relación, pero a la vez, forma parte de una atmósfera manipuladora, conservadora y con mas de un secreto guardado.
Convertida en una comedia del típico humor ingles con sus modismos tan particulares, el film destierra de la historia gran parte del contenido dramático de la obra original. Un arma de doble filo, puesto que le generará al espectador sensaciones encontradas. Si bien la historia posee la ironía de la que se precia una comedia de humor negro, la reducida carga dramática que se desprende del guión le quita al film trasfondo emocional.
El diseño de diálogos que no hacen más que describir con mordacidad a sus personajes, habla de una gran herencia -e influencia- de la obra teatral, origen de esta historia. Una historia que propensa un humor efervescente que no hace mas que desnudar los escándalos y costumbres de la alta sociedad con pinceladas mas que descriptivas.
El director australiano Stephan Elliot lleva a cabo una cuidada ambientación que acompaña al desarrollo de la trama. Ambientación reconocible por ejemplo en la banda sonora, el tema You are at the top del inmenso Cole Porter, sirvió de retrato a una gran adaptación de época como lo fue El diablo Bajo el Sol (1982, Guy Hamilton). Por otro lado, un tema musical que sirve como carta de presentación para el personaje de Jessica Biel sobre el cual girará la trama, quien encarna a una mujer liberal y emprendedora, algo ciertamente difícil de consumar por aquellos años.
Todo lo bello y lo sofisticado de esta mujer aristocrática, radica en su inteligencia y en su espíritu por demás rebelde para una época. Es allí donde se producirá un choque generacional y cultural, un contraste más que interesante para explorar en el argumento y, en definitiva, el sustento mas provechoso que ofrece un film tan disfrutable como pasajero.