Marc y Kelly siguen con su vida, su hija está creciendo y esperan otro bebé, por lo que deben conseguir una casa más grande. Luego de encontrar compradores y ellos conseguir un nuevo hogar, tienen treinta días de prueba donde los nuevos habitantes pueden arrepentirse y cancelar la compra. Todo se complica cuando en la casa de al lado aparece Shelby, una fiestera adolescente que acaba de crear una nueva fraternidad donde la única regla es pasarla de festejo en festejo. Y para colmo de males, un resentido Teddy volverá a aparecer.
Sorpresivamente nos llega Buenos Vecinos 2, secuela de aquel film bastante mediocre del 2014 y que algún productor de Hollywood pensó que debería tener una secuela. Si bien en taquilla le fue más que excelentemente bien, tanto la crítica especializada como la opinión general no la trató demasiado bien, pero acá estamos, y para colmo, viendo como repiten la fórmula sin intentar aportar algo nuevo.
Estamos ante casi la misma película, nada más que ahora los fiesteros ruidosos son un grupo de chicas encabezados por Chloe Moretz (ya hablaremos de ella más adelante). Así que de nuevo vamos a ver ideas absurdas de uno y otro bando para poder ganar esta especie de guerra por el barrio (porque al parecer a los demás vecinos no les molesta el constante griterío que sale de la fraternidad).
Si la historia no propone nada nuevo, la construcción de los gags es igual de simplona. Los chistes a base de flatulencias, golpes y gente drogándose vuelven a ser moneda corriente, y muy pocos son efectivos. Peor aún es cuando quienes los dicen o hacen es gente que NO es graciosa, y me refiero a dos actores en particular.
Por un lado Zack Efron vuelve a demostrar que la comedia no es lo suyo, no tiene ni timming ni carisma para resultar gracioso. Chloe Moretz de nuevo da pruebas de que se esperaba muchísimo de ella como actriz, y no está a las alturas de la expectativa. Puede ir olvidándose de la comedia al menos por ahora hasta encontrar su género, mientras parece ser que solo la recordaremos como Hit Girl. Así que todo queda en manos de Seth Rogen, quien es el que aporta los escasos momentos graciosos que vamos a ver, siempre con el humor fácil que mencionamos más arriba.
Buenos Vecinos 2 es una mala película. No solo es una comedia que no causa gracia, a nivel historia tampoco se ve demasiada construcción como para intentar contar algo por debajo de la trama principal, cualquier posible subtexto que se podría esperar, es desperdiciado o desechado a los pocos minutos que se plantea. Recomendable solo para tener como última opción a la hora de ir al cine.