La secuela de “Buenos Vecinos”, “Buenos Vecinos 2” (USA. 2016) es la puesta al día del matrimonio conformado por Mac y Kelly (Seth Rogen y Rose Byrne) y su relación con Teddy (Zac Efron) quienes luego del accidentado encuentro y resolución de la primera entrega, nuevamente se verán las caras.
Mac y Kelly esperan un nuevo hijo y deben mudarse, por lo que deciden vender su vivienda e ir a un lugar más amplio para poder estar con sus niñas. Cuando finalmente consiguen que alguien reserve la casa, implicando que si los posibles compradores detectan alguna anomalía sobre el entorno, estructura, o lo que sea, pueden rechazar la misma.
Las vueltas de la vida hará que la casa de al lado de ellos vuelva a estar ocupada por un grupo de jóvenes que desean despegarse delas tradicionales fraternidades femeninas y fundarán una propia llena de excesos y fiestas.
Pese a tratar de dialogar con ellas, Mac y Kelly verán cómo el sueño de poder mudarse quede trunco al volverse a repetir al lado suyo la misma historia que hace tiempo padecieron con Teddy y compañía.
Pero cuando Teddy, expulsado por sus ex compañeros (una pareja gay que necesitan vivir solos para concretar sus sueños) cae en la casa en la que esta nueva “sororidad” (Kappa Nu), encabezada por Shelby (Chloe Grace Moretz), Beth (Kiersey Clemons) and Nora (Beanie Feldstein), comenzará sus operaciones y se transformará en una suerte de mentor de las mismas.
Así, el guion de Andrew J. Cohen Brendan O'Brien Nicholas Stoller Seth Rogen y Evan Goldberg, y la dirección de Nicholas Stoller (que ya estuvo detrás de la primera entrega, pero también trabajó con los guiones de “Zoolander 2”, “Turbo” y la versión cinematográfica de los Muppets), encuentra un tono ágil y dinámico para esta nueva entrega.
“Buenos Vecinos 2”, toma una casa y la pone de “spring breaker” haciendo de la multiplicación del gag y el punchline la posibilidad de que la película pueda romper la previsibilidad con la que el espectador asiste a la sala a verla.
Las referencias a la cultura popular (Nikci Minaj, Hillary Clinton, etc.) y las escenas en las que la escatología explota, acercan a “Buenos Vecinos 2” a películas como “Loco por Mary” o “Virgen a los 40” y ubican la película en la línea de nueva comedia americana soez que potencia el humor y las situaciones incómodas (atentos al chiste de la hija de Mac y Kelly con el vibrador “princesa”).
La fiesta como lugar de desenfreno frente al contraste con el matrimonio, que no quiere dejar ese lugar que también supieron liderar, el sexo como lugar de evacuación más que placer, la amistad como reparo ante un entorno agresivo y la incorrección como forma de vida, son sólo alguno de los puntos de una película que cumple con aquello que promete y que potencia la broma y el gag irrefrenable como estilo de narración.