Buenos vecinos más que una película es un parte médico que describe el estado de agonía en que se encuentra el género de la comedia en el cine norteamericano.
Parecería que los grandes estudios fueron tomados por el club de fans de Jackass y no pueden desarrollar películas de este estilo sin repetir los mismos chistes sobre penes, pedos y drogas.
No pasó un mes del estreno del último film de Seth MacFarlane que llega otra bazofia incapaz de generar situaciones graciosas sin caer en vulgaridades obvias.
Es deprimente porque ya ni siquiera son creativos con el supuesto "humor zarpado" que trabajan. La irreverencia de la historia, en el caso de este estreno, se limita a mencionar centenares de veces la palabra "fuck", mostrar gente desnuda y un bebé comiendo un preservativo. Sigo sin entender que tiene esto de desopilante.
Escenas que encima se repiten en todos los spots televisivos y pierden la gracia cuando las ves en el cine.
En Bueno vecinos te encontrás con Seth Rogen interpretando al mismo perdedor de siempre (que es lo único que sabe hacer) y Zac Efron en su intento por ser comediante, que es tan efectivo como Channing Tatum en Comando especial.
El mensaje de la historia es viví drogado y dejate abusar por tus compañeros universitarios, ya que después cuando te cases y tengas hijos tu vida va a ser completamente miserable.
Desde que Warner la pegó con ¿Qué pasó ayer? todas las comedias norteamericanas se repiten en el tratamiento del género y llegó un punto en el que terminaron por saturar con el humor retardado que proponen.
En el caso de esta película, las situaciones graciosas que presenta el director Nicholas Stoller resultan forzadas y no funcionan porque ya vimos escenas parecidas en las últimas producciones de este estilo que llegaron al cine. Un film que se quedó en el tiempo y atrasa como mínimo 30 años. Las comedias con universitarios descontrolados fueron divertidas en los años ´80 .
Hoy son propuestas que están completamente quemadas.
Buenos vecinos la podés remar mejor como espectador si la ves gratis en una avant premiere, pero la entrada al cine la verdad que no vale la pena.