Una comedia que cumple con lo que promete.
La comedia americana contemporánea se distingue en la actualidad por títulos, en donde si bien el contenido de sus secuencias cómicas sigue apuntando a lo sexual y/o a lo escatológico, hay un notorio intento de subtexto en donde se trata de abarcar y plantear, a partir del subtexto, ciertas cuestiones que el espectador siente como cotidianas y que títulos de décadas anteriores abarcaban con liviandad. Buenos Vecinos es la más reciente adición a esta escuela de Comedia cinematográfica.
¿Cómo esta en el papel?
Mac (Seth Rogen) y Kelly (Rose Byrne) son un matrimonio con una hija recién nacida que se mudan a una casa comprada con mucho esfuerzo. Pero el verdadero esfuerzo es el que tienen para demostrarse a si mismos en que, a pesar de tener una responsabilidad tan grande como la de ser padres, pueden salir de joda como si todavía fueran veinteañeros.
Esta coexistencia de conceptos será puesta a prueba cuando una fraternidad, presidida por Teddy (Zac Efron), se mude al lado. Inicialmente, los flamantes nuevos padres asisten a las fiestas de la fraternidad, con la idea de hacer buenas migas y pedirles que mantengan bajo el volumen de la música. Todo sale a pedir de boca, hasta que una noche, tras ignorar sus reclamos sobre el volumen, a Mac no le queda otra alternativa que llamar a la policía. Dicha intervención genera que la fraternidad se comporte de manera totalmente desconsiderada para con ellos, generando que Mac y Kelly hagan lo que sea para que los echen del vecindario.
El guion es el compendio de situaciones que uno esperaría de una comedia de esta naturaleza. Todas las bromas típicas en películas sobre las fraternidades universitarias las van a encontrar acá. A pesar de tener un desarrollo predecible, las secuencias de comedia son abundantes y muy bien ubicadas. También pueden apreciarse ciertas secuencias en donde está cantado que son improvisadas por los actores.
Puede apreciarse el hecho de que la película intenta abarcar el tema de la madurez, pero desde ambos lados del espectro. Por un lado, el matrimonio conformado por Rogen y Byrne, que intentan ser joviales pero progresivamente evolucionan a entender que cuando uno crece, empieza a buscar otras cosas en la vida. El personaje de Efron, por otro lado, tiene en el fondo un enorme temor a madurar, porque en el fondo significa, que la joda y la despreocupación se están terminando, y ese final va a llegar más temprano que tarde.
¿Cómo esta en la pantalla?
Por el costado técnico, mucho no me voy a meter, porque es un apartado sobrio sin muchos detalles que destacar.
Por el costado actoral, aunque Seth Rogen interpreta a un padre de familia y nos entrega al mismo fumón que venimos viendo en diversos títulos, entrega un rol a la altura del desafío.
Zac Efron aunque da vida a un nene carilindo no muy distinto de sus anteriores trabajos, podemos decir que la comedia, en particular una como esta, le sienta bastante bien.
Conclusión
Buenos Vecinos es una comedia a la cual difícilmente le siente el calificativo de “imperdible”, pero es uno de esos títulos que si el publico los elige, mal no la van a pasar.