Cinco minutos.
Ese es el tiempo que necesitó el director Travis Knight (Kubo y la búsqueda samurái) para restablecer la dignidad perdida de los Transformers en el cine, a través de una memorable secuencia inicial en Cibertrón que no es otra cosa que un pasional homenaje a la serie animada de 1984.
Bumblebee a partir de ese momento sumerge a los espectadores que crecieron en la infancia con estos personajes en una experiencia de regresión infantil donde volverán a tener siete años otra vez.
La gran paradoja de esta cuestión es que el film fue producido por los mismos responsables de la infame saga original (Steven Spielberg y Lorenzo di Bonaventura) y hasta se incluyó a Michael Bay en los créditos.
No se entiende por qué no pudieron corregir el rumbo de la franquicia antes y de esa manera evitarnos esos filmes mediocres que vimos entre el 2004 y el 2017. Muy especialmente a partir de la segunda entrega.
El caso de Bumblebee es muy curioso porque no pasaron diez años del reboot de la franquicia sino que el último bodrio se estrenó el año pasado.
En apenas un año el estudio Paramount revirtió una serie que sufría un enorme desgaste en los cines con un resultado excepcional. No recuerdo un antecedente similar.
Esta es una película realizada por un fan de la serie animada para los fans de los personajes. El público general por supuesto puede disfrutarla pero los seguidores de esta legendaria línea de juguetes la vivirán con otra intensidad.
El director Knight desechó todos esos elementos nefastos que me atrevería afirmar la gran mayoría del público odió de los trabajos de Bay.
Los chistes idiotas, escenas de acción donde se no se entendía nada, incoherencias argumentales y los personajes femeninos hipersexualizados que parecían concebidos por un adicto crónico a la masturbación.
Bumblebee evoca el cine de fantasía y ciencia ficción clásico de los años ´80, estilo Cortocircuito, con una sensibilidad más cercana a lo que suelen ser las obras de Spielberg, quien parece haber tenido una influencia notable en esta producción.
El director Knight logra capturar la esencia pura de la serie animada de los Transformers al concentrar su relato en un punto que Michael Bay jamás llegó a entender.
El protagonismo pertenece a los robots.
La gente paga la entrada para ver a los Autobots contra los Decepticons y a nadie le importa los enredos humorísticos de los personajes humanos.
El nuevo film consigue resolver esta cuestión pero además presenta una excelente co-protagonista como Haylee Steinfeld (Temple de acero), quien encarna a la versión femenina de Spike, el adolescente que acompañaba a los robots en la serie animada.
El personaje de Charlie tiene un muy buen desarrollo y las interacciones de ella con el Autobot hasta consiguen brindar algunos momentos emotivos.
No obstante, la gran figura de esta película es Bumblebee, quien tiene una mayor capacidad expresiva que Jason Momoa, pese a ser un personaje recreado con efectos digitales.
El film de Knight no complica la narración con un exceso de robots sino que se concentra en un grupo más reducido de personajes que sobresalen en la secuencias de acción.
Finalmente se puede disfrutar escenas de peleas donde los movimientos de los personajes se pueden distinguir sin problemas. El director Knight tampoco presenta esas secuencias ridículas que solían filmar Bay centradas en la destrucción masiva, sino que la acción está más contenida y es funcional a conflicto que se presenta.
Otro detalle impecable de esta película es el modo en que se trabajó el contexto de los años 80 sin excederse en la nostalgia. Si bien hay guiños a elementos clásicos de la cultura popular de ese período nunca se destacan de un modo forzado sino que fluyen con la historia.
Algo que también se da con las situaciones humorísticas y el uso de la banda de sonido y canciones clásicas que es brillante.
Nos encontramos ante una inesperada resurrección de los Transformers en el cine que por este camino podrían brindar películas más decentes de lo que se hizo hasta ahora.
En materia de producciones centradas en el puro entretenimiento Bumblebee es una de mis grandes favoritas del año y recomiendo no dejarla pasar en el cine.