Pasaron tantos años, y el asunto fue tan manoseado, que los viejos estremecimientos ante el hallazgo de fosas comunes y otras evidencias del horror a veces hoy parecen tamizadas por la política.
Este documental de Rodríguez Arias revive aquellas emociones desde un lugar más noble y objetivo, el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense, Eaaf.
Aunque siempre se destacó su importancia, recién acá vemos la historia de esta organización. Cómo fueron sus primeros pasos, cómo surgió la idea que permitiría recuperar e identificar los cuerpos, el reemplazo de la pala mecánica por los delicados instrumentos de la investigación antropológica, el gran aporte de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, y la llegada de hombres providenciales, como el forense Clide Snow.
Lo convocó el gobierno alfonsinista cuando el Juicio a las Juntas, y se quedó tres años, hasta dejar un equipo plenamente formado. Morris Tidball, Erin Stover y Mary-Claire King, son otros nombres claves de aquel momento. Patricia Bernardi, Luis Fonbrider, Mercedes Doretti, Víctor Penchaszadeh y Alejandro Inchaurregui, algunos de los que tomaron la posta, siguen en la lucha y hasta brindan asesoramiento en otros países, empezando por Filipinas y media Latinoamérica.
No falta el recuerdo de desentendimientos con funcionarios políticos o empleados de la Morgue Judicial, los vaivenes de algunos gobiernos, el paso enorme que significaron desde 1991 los análisis de ADN, primero en laboratorios de EE.UU. y Gran Bretaña, que colaboraron gratuitamente, y ahora en un laboratorio de Córdoba.
El doctor Carlos Vullo es la figura de esta nueva etapa. Se cuentan algunos casos puntuales, como el de la hija de Estela de Carlotto, y se suman fragmentos de la película de Pablo Ratto "El último confín" (de lo mejor en estos temas), el registro de la multitud de esqueletos amontonados en San Vicente, noticieros de CNN (cuando todavía se mencionaba la cifra de "más de 10.000 opositores desaparecidos"), y hay hasta un bloque de "Almorzando con Mirtha Legrand", donde un joven forense explica en el living, sin que nadie lo interrumpa, los detalles de su trabajo.
Hasta el momento, la Eaaf recuperó más de 1200 cuerpos de desaparecidos. Al cierre de esta película, 577 de ellos ya habían sido identificados.