Buscando a Myu plantea su tema principal de entrada. ¿Qué son los amigos imaginarios?. En este por momentos falso documental su director Baltazar Tokman, responsable de Casa Coraggio (2017) y Tiempo muerto (2010) utiliza mas de un recurso para adentrarse en la mente de una niña (su hija Olivia en este caso), mientras su de alter ego, el mago y psicólogo Emanuel Zaldua) se pregunta por su infancia.
Para que esto funcione el Tokman se vale de la palabra de especialistas que van desde psicólogos hasta gente metida en lo paranormal. Esto último es uno de los puntos mas destacable de esta recomendable propuesta. Hay algo de esos amigos imaginarios que hace que uno lo relacione en fantasmas y/o demonios. Y sabiamente el director toca esos temas haciendo que de a poco uno los limites entre lo real y lo fantasioso vayan desdibujándose. Son esos momentos en que la película consigue la atención del espectador. Como si se tratara de una secuela de Actividad paranormal pero mucho mejor , las teorías que van soltando los especialistas mas distintos videos y hasta home movies hacen creer que estamos ante una de terror. Pero no, solo coquetea, juega con esa posibilidad, luego lentamente se va encaminando hacía la ternura por la pérdida de la inocencia y a la vez hace que nos preguntemos por ella.
El alter ego del director es un mago/psicólogo (dos maneras de ver el mundo, el niño y el adulto en un mismo cuerpo) que hace preguntas cuyas respuestas están en su interior y que solo tomando Ayahuasca podrá descifrarlas en que la que capaz sea uno de los momentos mas introspectivo de esta historia.
Buscando a Myu es una gran película, no le tengan miedo a que sea un documental ya que es es de esas historias que logran que el espectador se vea a si mismo y se pregunte sobre su niño interior y sus amigos de la infancia.