En 2008 la editorial española Capitán Swing le encomendó a Sebastián Kohan Esquenazi que gestionara un libro clásico sobre fútbol para (re)publicar. Finalmente, el elegido fue Fútbol, dinámica de lo impensado, de Dante Panzeri. El interés de Esquenazi por esta figura mítica (más citada que leída) continuó con este documental que, tras una década de investigación y múltiples mutaciones, estaba listo para su estreno en el BAFICI 2020. La pandemia lo impidió, pero ahora tiene su merecida revancha en el ámbito del streaming hogareño.
Si sosteníamos que Panzeri -un tipo duro e imperturbable, combativo (justiciero), apasionado y transgresor, representante como pocos de aquella vieja escuela del periodismo hoy ya en vías de extinción- fue poco leído por las nuevas generaciones, mucho menos fue visto en imágenes. De hecho, uno de los aspectos más rotundos que deja en claro esta película (además de ratificar el talento como comunicador, la capacidad de provocación para incomodar al poder de turno, enfrentar a figuras del ambiente futbolero como Alberto J. Armando o José María Muñoz, la integridad moral y los principios y convicciones irrenunciables de su protagonista) es el penoso estado de los archivos audiovisuales en la Argentina. Conseguir imágenes de Panzeri (y eso que estuvo bastante tiempo en televisión) resultó una épica entre todas las empresas quijotescas que se planteó este proyecto.
Con más hallazgos periodísticos (hay buenos aportes de Alejandro Caravario, Tomás Abraham, Ezequiel Fernandez Moores, Matias Bauso, Ruso Verea, Diego Bonadeo, Ariel Scher, Dante Zavatarelli, Daniel Guiñazú, Pablo De Biase, Carlos Ulanovsky, Tomas Sanz, así como de varios familiares entre los que aparecen su viuda Maria Luisa Maestri y sus hijos Sandro y Flavia) que ficcionales (las recreaciones con un Panzeri interpretado por Pol Ajenjo no aportan demasiado), la película apela al clásico recurso narrativo del director/investigador con un Kohan Esquenazi que va llamando a quienes conocieron a Panzeri (Carlos Salvador Bilardo es uno de los que se niegan a hablar), hurgando en los destartalados archivos y completando las piezas de un rompecabezas al que siempre parecen faltarle unas cuantas piezas.
Panzeri vivió apenas 56 años, escribió no solo de fútbol sino también sobre natación, ciclismo, boxeo o automovilismo, dirigió durante 14 años la revista deportiva más importante de la historia argentina (El Gráfico, de dónde se fue porque quisieron imponerle la publicación de una columna firmada por Alvaro Alsogaray) y -en épocas de vacas flacas- siguió investigando con el mismo rigor en medios no demasiado prestigiosos. Fue uno de los pocos que denunció a los organizadores del Mundial '78 y murió -indignado, amargado, decepcionado, silenciado, amenazado y abandonado por casi todo el mundo- un par de meses antes de ese evento. Este documental, más allá de sus múltiples hallazgos y sus escasas carencias, es entonces una forma de reparación, de reivindicación, de sacarlo del más injusto de los olvidos.