La historia del cine está llena de thrillers legales del tipo "basado en una historia real" como Buscando justicia. Lo que hace particularmente valioso a este film coescrito y dirigido por Destin Daniel Cretton ( Short Term 12) es la eficacia con que están construidas en términos dramáticos las más de dos horas de relato, las implicancias sociopolíticas del caso y, sobre todo, la excelencia de las actuaciones de los protagonistas Michael B. Jordan y Jamie Foxx.
Michael B. Jordan ( Creed, Pantera Negra) interpreta a Bryan Stevenson, un joven afroamericano recientemente egresado de la Universidad de Harvard que, en vez de enfilar hacia los grandes estudios de abogacía, decide abrir en 1989 las oficinas de la organización Equal Justice Initiative en Monroe County, Alabama, para ocuparse de apelar varios casos (muchos de ellos considerados perdidos de antemano) de condenados a la pena de muerte. Uno de ellos es el de Walter "Johnny D" McMillian (Jamie Foxx), un hombre negro de clase baja que se ganaba la vida con un pequeño emprendimiento maderero hasta que fue encarcelado y luego sentenciado a la pena capital por el asesinato de una adolescente blanca.
Apenas lee el expediente, Stevenson descubre las evidentes inconsistencias del proceso judicial basado exclusivamente en el dudoso testimonio de un preso (Tim Blake Nelson), que de manera simultánea negoció una reducción en su pena y mejoras en sus condiciones carcelarias.
Lo que sigue es la épica, la epopeya del abogado (en un principio con el resquemor de su defendido y de los amigos y familiares de éste) no solo para evitar que McMillian sea ejecutado sino para que se le conceda la oportunidad de un nuevo juicio en condiciones dignas.
Buscando justicia -basado en el libro de memorias que Stevenson publicó en 2014- es la reconstrucción de una historia que alcanzó una inmensa notoriedad pública por las vergonzosas irregularidades de un sistema legal dominado por el prejuicio y el racismo, pero no solo es un contundente manifiesto contra la pena de muerte (Stevenson demostró el desatino de fiscales y jueces en más de un centenar de casos) sino también un entrañable y por momentos emotivo retrato de la amistad que se va entablando entre defensor y defendido cuando todos los integrantes de un sistema de poder parecen haberse confabulado para que la verdad y la justicia jamás salgan a la luz.