Hace rato que no aparecía en la cartelera una película interesante sobre dramas judiciales, la última había sido El juez, con Robert Downey Jr, estrenada en el 2014.
En el nuevo trabajo de Michael B.Jordan (Creed) los seguidores de este subgénero encontrarán una muy buena propuesta basada en hechos reales.
La trama está inspirada en la autobiografía de Bryan Stevenson, un famoso abogado y activista social de los Estados Unidos, quien fundó la organización sin fines de lucro, Equal Justice Initiative, dedicada a representar legalmente a presos que fueron condenados en juicios irregulares o con falta de pruebas fehacientes.
Desde comienzos de los años ´90 hasta la actualidad, el abogado y sus colaboradores salvaron de la pena de muerte a 116 personas que cumplían una condena por crímenes que no cometieron.
El film retrata los comienzos de la carrera de Stevenson y el primer caso importante que lo hizo famoso, además de presentar una interesante reflexión sobre la pena de muerte y las irregularidades del sistema judicial norteamericano, un tema muy vinculado con la segregación racial que no pudo ser superada en ese país.
La dirección corrió por cuenta de Destin Daniel Cretton, responsable de El castillo de Cristal, un drama protagonizado por Brien Larson, quien en este proyecto obtuvo un rol más secundario.
Esta producción cuenta con numerosos elementos clásicos del género, como el joven abogado idealista que enfrenta una tarea imposible y los clásicos duelos entre fiscales y abogados que suelen generar un enorme atractivo en el cine.
Dentro del reparto, Jordan a cargo del rol principal vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores de su generación y se destaca con una sólida interpretación, mientras que Jamie Foxx sorprende con otra gran labor dramática.
Si bien la obra de Cretton no ofrece nada nuevo que no hayamos visto en otras películas similares, la recreación del caso real que se trabaja y su temática consiguen que la experiencia sea más interesante.
Si van a verla en el cine no se levanten enseguida de la butaca, ya que durante el transcurso de los créditos finales se le informa al público el destino que tuvieron en la vida real todos los personajes representados en la historia.