Acción con más secuestros
El clima de suspenso y acción constantes en un relato dinámico que caracterizó a su antecesora no volvió a repetirse de la misma manera en Búsqueda implacable 2, que nuevamente trae a Liam Neeson como el agente Bryan Mills enfrentando una nueva amenaza para su familia.
Si el primer capitulo giraba en torno a un espía retirado que se lanza contra la organización que secuestró a su hija adolescente, en una historia sencilla y repetida propia del género pero muy bien resuelta con ritmo vertiginoso y gran impacto visual, ahora el padre de uno de los secuestradores jura venganza y lo toma como rehén junto a su familia cuando están de vacaciones en Estambul.
Esta vez, la típica historia lineal cargada de lugares comunes que identifican al héroe, al villano, el motivo de la acción y el clásico final feliz, no sorprenden como en la primera, pero la fórmula del género no falla y con los tiempos justos de un guión bien construido y el estilo visual de Olivier Megaton (El Transportadorr 3) cumple eficientemente su propósito de entretener.
Búsqueda Implacable poseía muchas de las características de aquel cine de acción de los 90 donde una historia mil veces vista con espectaculares escenas de lucha cuerpo a cuerpo, extensas balaceras y alguna impactante persecución automovilística aumentaban la adrenalina con el correr del relato y supeditaban al espectador a aceptar absolutamente todas las reglas de juego que la historia planteaba. Y en ese contexto, con Luc Besson (que camina por los códigos del cine arte y el comercial) imponiendo su sello aún como guionista o productor, garantizó el éxito de aquel film.
Pero las reglas del género funcionan mientras cambien los personajes, aparezcan situaciones de riesgo diferentes, los villanos tengan un papel destacado y el héroe principal genere tal empatía con el publico que demande por si solo nuevas secuelas. Basta nombrar Arma Mortal o Duro de Matar como ejemplos.
Si bien Liam Neeson soporta casi la totalidad de las escenas acaparando la empatía del publico, que ve a este personaje como parsimoniosamente resuelve peleas con enorme desventaja, balaceras contra varios criminales o persecuciones automovilísticas, el relato no desarrolla el suspenso ni la forma de hilvanar las acciones que caracterizó la primera entrega.
También pareciera estar desaprovechado el rol femenino interpretado por Famke Janssen (la sorprendente Ava Moore de la serie Nip/Tuck o X-Men), que en ésta oportunidad tiene un lugar mas destacado en la historia y, a juzgar por los antecedentes de Luc Besson (cuya preferencia por la heroína fuerte e independiente supimos ver enfrentando enemigos en Nikita o redimiendo asesinos en El perfecto asesino), a cargo del guión, los resultados hubieran sido otros.
Búsqueda implacable 2 se sustenta en la continuidad de un estilo cuya estética destaca las escenas de acción y un guión preciso donde la historia no importa pero cada plano dura el tiempo justo que la acción demanda.