Historias mínimas
La historia no hace más que presentar los lineamientos más convencionales del esquema clásico del film de persecución institucional, en su versión particular del relato de sustracción (ver "La estructura subversiva de la comedia", Samaja/Bardi; 2010). Dicho esquema articula una serie de elementos invariables, entre los cuales los más importantes serían: el alejamiento del héroe; la intromisión de los villanos, que da lugar a la sustracción de alguno de los valores preciados por la comunidad (en este caso el secuestro del agente y su esposa); la persecución o búsqueda del objeto sustraído; restitución de objeto valioso; y la punición final o castigo a los culpables (cárcel o muerte).
En este sentido, el film se limita a presentar escuetamente y con inventiva mínima o nula, cada uno de estos componentes. Incluso la anécdota que da lugar al relato (secuestro de agente y esposa por parte de terroristas orientales, que amenazan al héroe con secuestrar y abusar de la hija, es un calco burdo de True Lies (James Cameron; 1994) que, con todos los defectos que se le puedan imputar al film de Cameron, tiene la enorme virtud de no tomarse demasiado en serio, integrando al nudo narrativo diversas situaciones de comicidad que, por un lado, enriquecen la trama, y, por otro, impiden que el espectador focalice por demás una situación narrativa extremadamente simple.
La única diferencia que presenta Búsqueda…, y que habría hecho realmente una diferencia cualitativa en la propuesta argumental, es que en este caso la hija no secuestrada se involucra en la acción restitutiva, negándose a quedarse al margen de los acontecimientos. Este elemento, lejos el más interesante de la propuesta, cae en desgracia porque a los guionistas parece haberles resultado inverosímil o inadecuado hacer recaer toda la acción en la joven, rubia e inexperta muchacha, limitando su papel a la ridícula ayuda de hacer llegar un revolver por un caño de respiración en donde tienen cautivo a sus padres. La salida por la tangente que da la historia, al volver a centrar toda la acción en el padre, resta importancia a los personajes secundarios (incluido el propio villano) haciendo del film una serie de sucesos anodinos, con poco interés pero grandes efectos visuales.
Otro tema aparte es la ya muy desagradable postura ideológica frente a los terroristas de medio oriente, a los que no sólo muestra como una banda de infradotados, estúpidos e irracionales, sino que los usa para justificar hechos horrorosos como la tortura y el asesinato fuera del marco legal.