Taken 3 es otro claro ejemplo de película cuya existencia sólo se ve justificada porque la anterior entrega recaudó una cantidad obscena de dinero. En el 2009 la primera Taken era fresca y digna de aplauso, y convirtió al geronte de Liam Neeson en una sólida estrella de acción a la increíble edad de 57 años. Desde ese entonces todos los veranos norteamericanos ameritan una película de balazos y piñas del irlandés, el cual ha demostrado ser mucho mas fiable en la taquilla que Jason Statham. Pero la saga Taken ha ido descarrilándose de a poco, y éste es el necesario capítulo final de una franquicia agotada. Buena parte de la culpa le corresponde al director Olivier Megaton (Transporter 3, Taken 2), quien ha dirigido algunas de las películas mas flojas que ha dado a luz la factoría de Luc Besson.
El problema con Búsqueda Implacable 3 es que la anécdota es rebuscada y estirada. A Neeson le matan la mujer y se la pasa una hora esquivando la policía hasta que encuentra una pista válida. Lo que sigue es rastrear a los culpables y darles su merecido, lo cual ocurre hasta que descubre cosas sospechosas que demuestran que nada es lo que parece. Hay mucha charla y, cuando las cosas aburren, el libreto mete con calzador alguna persecución o balacera. La macana es que la acción va de lo aburrido a lo mareante, principalmente porque Megaton es horrendo a la hora de manejar la tijera en el cuarto de edición: el tipo mete un millón de cortes - de no mas de un segundo - en escenas rodadas con cámaras en movimiento, lo cual asesina la tensión y lo convierte en una experiencia vomitiva. Todo es demasiado mareante y confuso, y parte del problema de la edición frenética es que Megaton debe camuflar que Neeson está demasiado lento para las peleas y las corridas. El irlandés gigante se defiende bárbaro en cosas mas estáticas como Non-Stop, pero acá debe correr, trepar techos y cargarse a cinco tipos a la vez con las manos desnudas; y cuando la cámara lo toma mas de dos segundos, se nota que está fuera de estado. No es Stallone - un geronte con un físico envidiable - sino un jubilado con pancita que apenas tiene piernas para correr una cuadra; ni que hablar de atravesar a pata la mitad de Los Angeles con todo el cuerpo policial detrás de sus talones.
Aún con todo el rebusque y la edición caótica, Taken 3 es un poco mejor que la entrega anterior. Quizás pase porque Neeson es simpático, o porque el personaje de Forest Whitaker no come vidrio y es bastante despierto, o porque hay un par de persecuciones pasables. No es gran cine, pero es un pasatiempo bastante potable, y uno no termina enojándose con él. Ciertamente los agujeros de lógica abundan y, en algunos casos son enormes - el cómo la policia deja libre a Neeson después de cargarse a la mitad de la población rusa de Los Angeles (al final del filme) es inexplicable -, pero el balance da ok. Prefiero una pelicula mediocre de Neeson antes que una mediocre de Stallone, ya que hay mejores perfomances y menos latiguillos.
Dificil recomendar Taken 3, porque califica con lo justo. Mas vale, espere un tiempo y véala de rebote en cable, salvo que lo agarre un fin de semana en pleno estado de desesperación y aburrimiento y tenga que salir corriendo al videoclub a buscar algo de piña / patada / disparo que no resulte muy insultante. Neeson es bueno en su oficio, el problema son los responsables de los productos, los cuales a veces se limitan a la rutina y no le ponen ganas a las cosas como para inyectarle un poco de originalidad. Por lo demás es típica comida de fast food, sólo que los condimentos franceses han camuflado un poco - pero sólo un poco - su habitual sabor a comida chatarra.