El gran protagonista de esta película es un caballo valiente, bravío, y su amistad con un muchacho. Un melodrama de principio a fin que va directo a la búsqueda de la emoción y la lágrima, con subrayados musicales y momentos de paisajes que parecen hechos a medida para que se anuden las gargantas. Un film que recuerda los épicos de otros tiempos. De la mano de Steven Spielberg el buen cine siempre está presente, aunque se le noten las intenciones.