Otra de exorcismos...
Season of the Witch es la nueva película protagonizada por Nicolas Cage, que parece demostrar que los rumores de que está en banca rota son ciertos, ya que últimamente se suma a cualquier proyecto mediocre que le tire unos manguitos, como es el caso de este film. La historia es la de 2 templarios desertores de los ejércitos de la inquisición, Behmen y Felson (Nicolas Cage y Ron Perlman respectivamente) a los que se les encomienda debido a su experiencia, escoltar a una joven bruja (Claire Foy) a quien responsabilizan de la plaga que asola a toda Europa. Como se imaginarán, se conforma un equipo de valientes que deberán sortear problemas místicos y psicológicos para cumplir con su tarea. Hasta acá, se podría decir que la historia no es la más original, pero podría safar... El problema es principalmente un desenlace o nudo que da vergüenza ajena, que termina ¡Oh sorpresa! con otro exorcismo cinematográfico... ¡OTRO MÁS! Que alguien se ponga las pilas en Hollywood y le avise a los muchachos que está bastante gastado el tópico.
Comienza con un buen ritmo, pero a partir del minuto 30 se empieza a derrumbar más rápido que una casita de naipes en medio de un huracán. Los efectos en vez de ir mejorando, empeoran a medida que avanza la historia, la más o menos seriedad del film se va por la borda junto con las actuaciones de su elenco y la aparición de un demonio computarizado de creatividad cero, termina de hundir a esta cinta.
Como otros ejemplos que ya hemos citado anteriormente, éste parece ser el típico caso de "mucho ruido pocas nueces", una película que los cinéfilos, como personas positivas que somos, queremos que tenga buen resultado, pero la verdad es que terminamos decepcionadísimos cuando se conjuga de esta manera mala dirección con poca imaginación. Como siempre responsabilizo bastante, tanto de los logros como los fracasos, a los directores a cargo, en este caso Dominic Sena, un tipo que con films anteriores como 60 segundos y Swordfish había logrado entretener bastante más que con ésta producción. Otro responsable del flojo resultado final es el mismísimo Nicolas Cage, que ofrece una actuación que grita claramente "Perdonen muchachos, estoy en bancarrota y no me queda otra que hacer esto". Ron Perlman (Hell Boy) se la pasa robándole las escenas, siendo mucho más atractivo y convincente.
Yo les diría, si pueden, esquívenla!