De cuerpo en cuerpo
Cada día (Every Day, 2018) es una película romántica dirigida por Michael Sucsy y escrita por Jesse Andrews. Está basada en la novela homónima para jóvenes adultos de David Levithan, que fue publicada en 2012. El reparto incluye a Angourie Rice (Holly en The Nice Guys), Justice Smith (Franklin en Jurassic World: El reino caído), Lucas Jade Zumann (Jamie en 20th Century Women), Owen Teague, Jacob Batalon, Katie Douglas, María Bello, Debby Ryan (16 deseos), entre otros.
La historia se centra en un ser, autodenominado como “A”, que cada día habita un cuerpo adolescente diferente, sin poder controlarlo. Él/ella trata de vivir sin apegarse demasiado a los seres queridos de cada familia, pero esto se le complica al estar dentro de Justin (Smith) ya que A termina enamorándose de Rhiannon (Rice), novia hace más de un año del joven. A medida que pasan los días, el ser inventará excusas para estar cerca de Rhiannon, hasta que tomará la decisión de decirle la verdad… ¿Podrán, a pesar de la situación de A, mantener una relación?
La premisa de la película luce tan original como interesante ya que uno de los protagonistas va cambiando de aspecto cada 24 horas, por lo que no tenemos a un solo actor que se encargue de dar vida a “A”. Y a pesar de ello, que puede parecer muy confuso, como espectador podemos vislumbrar que la personalidad del espíritu se mantiene intacta indistintamente del organismo en el que esté. Por parte del guion no hay explicaciones de por qué al ser desde que nació le sucede esto, lo único que afirman es que el espíritu se traslada de persona en persona que viva en el mismo barrio, sin poder quedarse en un mismo cuerpo si cambia el día. El humano que fue habitado al día siguiente puede tener vagos recuerdos de lo ocurrido o ninguno.
Teniendo en cuenta lo fantasioso que resulta todo, lo que atraviesa el espíritu podría servirle al director para tratar temas como que lo importante a la hora de amar es lo de adentro, que no debe haber diferenciación entre hombres y mujeres, etc. Sin embargo no se entiende qué mensaje se quiere dejar, más bien la película termina estancándose al meter más y más personajes que son ocupados por A (además la mayoría son hombres). Angourie Rice como Rhiannon otorga una buena actuación, aunque resulta raro que la joven acepte tan rápido al ser y que no dude en besar a muchas personas. Por su parte Debby Ryan, que encarna a su hermana, no tiene ningún motivo para estar en la película ya que su personaje no aporta nada al relato.
La edición tiene graves problemas, en especial en cierta parte que el ser despierta en el cuerpo de un ciego y abruptamente cortan la escena para pasar al siguiente día. Entrada la segunda mitad del film, las propias reglas establecidas cambian de una manera cero creíble, aparte de que resulta inconcebible que A mantenga una cuenta de Instagram pública llena de selfies de las distintas personas en las que estuvo (¿Cómo nunca fue descubierto?). El desenlace también deja mucho que desear y echa por la borda lo construido en un principio.
Cada día tenía un elemento fantástico que daba para mucho más, no obstante termina siendo otra producción fallida que solo será aceptada por algún que otro adolescente.