La comedia romántica dedicada a un público adolescente romántico produce continuamente productos para mantener saciada, endulzada y engolosinada a una audiencia que debe justificar este esfuerzo. A veces logran alguna originalidad o un absurdo como el que plantea David Levihan que logro que su libro se transforme en un best seller y después, para los “cazadores de ideas” en una película. Aquí se plantea que “A” todos los días se despierta en el cuerpo de alguien diferente y vive su vida. Tiene como reglas no involucrarse jamás para evitar complicaciones pero… cuando se encarna en el desagradable, machista y desatento novio de una linda rubia, inevitablemente se enamora. Y así ella conocedora del secreto, todos los días lo espera con otro cuerpo de chico o chica. Es un toquecito audaz que no pasa de eso. Lo demás, si se entra en ese juego delirante, es una acumulación de momentos “románticos”, no apto para diabéticos con frases y situaciones que parecen sacadas del manual de estos productos. La protagonista es Augurie Rice con muchas películas en su haber como la última “Spiderman”, que reúne las condiciones de encanto y belleza que requiere este tipo de heroínas.