Un exorcismo se sale de control y causa la muerte de una adolescente. Meses después, la ex-policía Megan Reed (Shay Mitchell) intenta recuperar su propia vida después de haber sido incapaz de impedir el asesinato de su compañero y de haberse vuelto alcohólica y drogadicta a causa del dolor. Mientras trabaja en el turno nocturno de la morgue del hospital Boston, en el cual ha logrado mantenerse sobria, Megan descubre una paz inusual en la soledad extrema de las instalaciones cavernosas. Sin embargo, una noche, después de recibir un cuerpo horriblemente desfigurado, su vida cambia. Sola y encerrada en los corredores del sótano de la morgue en compañía de ese cadáver, Megan experimenta visiones espeluznantes. Mientras pone en entredicho su propia cordura, teme que el cadáver esté posesionado por una fuerza demoníaca despiadada y que pueda resucitar… para matar. Este 6 de diciembre estará en la cartelera cinematográfica argentina este filme que tiene el objetivo de aterrorizar a los espectadores. La pregunta es ¿Lo logrará? Desde mi visión considero que “Cadáver” es una película que comienza con buen pie pero que a medida que transcurre los 35 min de proyección se desploma por su mala postproducción o montaje, deficiente guion y lo repetitivo de las secuencias y acciones del personaje de Hannah Grace. El género del terror tiene la gran complicación y dificultad que pareciera que las formulas preestablecidas para un filme de este estilo están desgastadas. El público se conoce los trucos hasta el cansancio. Por algo “El Exorcismo” sigue siendo la máxima referencia en cuanto a filme con posesiones diabólicas. “Cadáver” Es una cinta que a pesar de tener una buena atmósfera cinematográfica en su arte para causar miedo, se vuelve monótona y hace que en vez de provocar gritos te cause risas. Totalmente olvidable. Pienso que no causa el terror que debería. Una buena idea que se va perdiendo a medida que vamos descubriendo la historia.