Para aquellos que ya rondamos los cuarenta, hay una película que jamás vamos a olvidar si es que la vimos; y es la infame Calabozos y Dragones; un proyecto que buscaba colgarse de la fama de El señor de los anillos, pero que estaba hecho con las patas, y dando quizás la peor actuación de Jeremy Irons en su vida. Pero el tiempo cura las heridas, así que veamos este nuevo intento de llevar el juego de mesa a la gran pantalla, ahora bajo el nombre de Calabozos y Dragones: honor entre ladrones.
Esta vez, la historia se centra en Edgin, quien tras pasar una temporada en prisión junto a su amiga Holga, deciden escaparse y rastrear a la hija del primero, Kira, quien se encuentra bajo el cuidado de Forge, antiguo compañero de la dupla de ex presidiarios y que ahora gracias a la ayuda de una Maga Roja, gobierna un reino. Pero como es de suponer, las intenciones de ambos no son las mejores.
Cuando uno piensa en Calabozos y Dragones, imagina mundos fantásticos, plagados de razas mágicas, monstruos, hechiceros, ladrones y un mundo enorme. Y podemos decir que, si esperan eso, Calabozos y Dragones: honor entre ladrones lo da. Así que, en ese sentido, la película cumple a la perfección su función de ser divertida, tanto con momentos chistosos como con escenas de acción y donde nuestros héroes podrán lucir sus habilidades.
Pero todo esto se cae a pedazos ante la pésima banda sonora que tiene Calabozos y Dragones: honor entre ladrones. Y es que la olvidable y mediocre composición de Lorne Balfe no le aporta, pero ni un gramo de epicidad a ninguna escena, ni siquiera en el clima; haciendo que las hermosas imágenes o decentes coreografías de acción, se sintieran que les falta algo. Una pena cuando la música no acompaña a las imágenes.
A esto hay que sumarle un cgi que no siempre funciona. Irónicamente, cuando mejor se ve, es cuando en pantalla tenemos dragones, batallas multitudinarias o escenarios de fondo que claramente son efectos digitales. El problema son algunos planos, simples y básicos, que demuestran que nunca salieron del set; por ejemplo, conversaciones en una pradera mientras van a caballo.
Pero como dije, la película, pese a esos problemas, es entretenida. Si bien quizás las dos horas y una escena post crédito innecesaria no ayudan demasiado, Calabozos y Dragones: honor entre ladrones se posiciona como una de las primeras sorpresas (para bien) que tenemos en este primer trimestre del 2023. Algo es algo.