Un inmigrante italiano muere en Suiza. Una empresa fúnebre se encarga de transportar su cuerpo hasta Calabria. Este documental, con recursos generalmente asociados a la ficción, se convertirá en una road movie un tanto encerrada: dos mil kilómetros de viaje comandados por un portugués y un serbocroata, con atuendos formales y una bonhomía que se transmite incluso en los momentos en los que Calabria bordea lo arenoso y empantanado en términos de narrativa. Sus conversaciones, reflexiones y sobre todo sus canciones son los pilares de este film que exhibe una modesta sabiduría para observar derroteros vitales y desarraigos y dotarlos, por momentos, de cierta plácida poesía.