A diferencia de otros «coming of age», evita endulzarnos y deja en segundo plano los primeros desengaños románticos y la iniciación sexual de la protagonista. En ese plano, la película transcurre por estas cualidades con absoluta naturalidad, pero hacia el final toma fuerza en su emponderación sin caer en golpes bajos ni sobrecargar de drama las escenas, pero dando un claro mensaje político sobre la luchas feministas.