Inés Barrionuevo indaga sobre el aborto y el bullying en una coming of age comprometida políticamente
La cineasta cordobesa continúa explorando, con su habitual sensibilidad y clara línea ideología, la problemática de una adolescencia inmersa en la fragilidad de un sistema de reglas y creencias anacrónico.
La directora de Atlántida (2013), Julia y el zorro (2018) y Las motitos (2020), codirigida con María Gabriela Vidal, vuelve a trabajar con todos los elementos que caracterizan al coming of age, ese género que refleja el paso de la adolescencia a la madurez, pero no desde un costado banal, sino a través de una mirada comprometida políticamente y con una línea ideológica tan clara como potente.
La historia se centra en Camila (brilante Nina Dziembrowski), una adolescente que cursa el último tramo del colegio secundario en la ciudad de La Plata y que ante una situación familiar extrema debe mudarse a Buenos Aires donde la espera no solo una nueva casa sino también otra vida. La escena inicial, en la que Camila y sus amigos visitan un museo, contiene de entrada toda la información que más tarde se irá desarrollando en toda la trama. Con fluidez y sensibilidad, Barrionuevo coloca al espectador frente a la historia, tomando una clara posición ideológica que mantendrá a lo largo de todo el metraje.
Camila saldrá está noche (2021), que tuvo su premier en la Competencia Oficial del Festival de Cine de San Sebastián, trabaja con fluídez y sin forcejeos narrativos todos los elementos clásicos que identifican al género -la amistad, el enfrentamiento con los adultos, la iniciación y experimentación sexual, el miedo al futuro- pero no sólo con una naturalidad y frescura atípica, sino que además reflejando el cambio de paradigma sociocultural que se apoderó de la juventud en los últimos tiempos.
Temas como el aborto, el patriarcado, el compromiso social, el acoso, el abuso, la iglesia y el resurgimiento del fascismo entre la juventud, son solo algunos de los planteos con los que Barrionuevo interpela al espectador. Y lo hace parándose con firmeza en el lugar que le corresponde y defendiendo con capa y espada aquellas ideas políticas (no partidarias) que su cine profesa.