Del documental a la aventura
Caminando con dinosaurios es una película inspirada en la exitosa serie de la BBC Walking with dinosaurus, lanzada al aire en 1999. Lo más interesante de esta miniserie (compuesta por seis capítulos), es que por primera vez se mostraba en televisión la vida de estos animales lejos de las ficciones cinematográficas, imponiéndoles más bien una impronta documental, donde se narraba al público las vicisitudes que estos animales podrían haber enfrentado en la vida real. La producción siempre fue asesorada por reconocidos paleontólogos y en cada capítulo se exponía gran cantidad de información, generando así un producto atractivo y también educativo.
Toda esta introducción me resulta más que conveniente en tanto que la película en 3D no es más que uno de los tanto spin-off que surgieron de esta serie, y si bien mantiene una marcada tendencia a ser educativa, la premisa inicial es más bien ser un entretenimiento. Sin embargo, las salas de cine no parecen haberse percatado del hecho -o económicamente no les conviene darse cuenta- y continúan explotando una supuesta veta documental para promocionar el film.
En Caminando con dinosaurios se narra (literalmente, pues estos dinosaurios no hablan) un relato. Si bien existe una continuidad con la serie, en tanto que la película mantiene la intención de ser didáctica (lo que se aprecia en la presentación de cada nueva especie que irrumpe en la historia, no como un personaje, sino dando cuenta de las características biológicas de las mismas), a medida que avanza se va abandonando la reconstrucción rigurosa a la que el programa de TV nos tenía acostumbrados.
Aquí lo central es el proceso de crecimiento del paquirrinosaurio Patch -que junto a su simbiótico amigo el ave Alex, su hermano Malgesto y su enamorada Juni atraviesan Alaska una y otra vez- desde su días como bebé junto a sus padres hasta convertirse en jefe de la manada. Es una historia de formación (bildungsroman) en la que se muestra la evolución física, pero también moral y social del personaje.
Es ese aspecto, esa inyección de (falsos) valores humanos es lo que resulta un poco extraño y hasta chocante, ya que el ecosistema natural que se presentaba al inicio rápidamente se va cargando de situaciones que en algunos momentos se tornan bastante cuestionables (como las referencias a la “sangre noble” de los padres de Patch y la celebrada venganza que éste lleva contra el gorgosaurus -que se describe casi como un peligroso estratega que “divide para triunfar”-). A pesar de esto, la aventura termina siendo bastante divertida, especialmente gracias a su narrador principal, Alex, que mientras aparece en escena, inserta grandes dosis de comicidad que logran contrarrestar las opa de (falsos) valores y experiencias “humanas” que vive el personaje de Patch.