Un Bryan Mills más depresivo
"Caminando entre tumbas" es una película innecesaria, que sólo tiene el mérito de tener a Liam Neeson pateando traseros como sólo el sabe hacerlo. Al principio pensé que iba a ser una peli de acción del veterano distinta de lo que habíamos visto en "Búsqueda Implacable", al estilo "The Grey", pero en realidad es un personaje bastante parecido al de la primera saga. Matt Scudder (Neeson) es un ex policía que luego de un incidente mortal por el cual pierde su trabajo, se dedica a realizar "trabajos" para particulares. En criollo, hace de investigador privado y asesino a sueldo. El tipo es un genio en materia de crímenes. Sabe donde buscar, a quien preguntar, reconstruir los hechos del crimen, pelea como el Gran Dragón Blanco y maneja las armas de fuego como si hubiera nacido disparando una. Si bien es un tipo que hace "trabajitos" sin preguntar mucho y mata sin mucho remordimiento, tiene un lado moral que lo lleva a tratar por momentos de dañar solo a los realmente malos. ¿Les suena el perfil? Es como un Bryan Mills con menos suerte.
Liam Neeson en su fase de áspero de la gran pantalla, es una de las mejores cosas que le pasó al género de Acción en los últimos años, pero tampoco la pavada. La franquicia "Búsqueda Implacable" aún está viva y muy fresca como para tratar de armar otra saga tan similar paralelamente.
Si bien la película no es pésima, es algo que ya hemos visto y tampoco tiene el encanto de otros trabajos de Neeson como la primera "Búsqueda...", "The Grey" o "Non Stop". Justiciero duro con sentido de la moral hemos visto hasta el hartazgo.
Los más flojo de este film se podría decir que es la monotonía que presenta el guión. Todo lo que sucede, pasa de manera muy lineal, sin crear algún tipo de fluctuación interesante en las emociones del espectador. Sobre los malos sabemos poco y nada durante todo el metraje y cuando por fin nos los revelan, no nos dicen nada más allá de que son unos sádicos... de esa manera es muy difícil empatizar con ellos. Su caída final no nos genera esa sensación de saciedad de justicia que debiera transmitirnos la historia. La moral de nuestro protagonista es bastante confusa, porque si bien trata de atrapar a los villanos, tampoco anda trabajando con los tipos más inocentes del mundo. De hecho su dilema moral con respecto a esto dura un día y una conversación con el cliente que no convencería a nadie en la vida real.
¿Lo bueno de la película? Lo bueno es que lo más fanáticos de Neeson lo pueden ver nuevamente tirando trompadas a lo loco y disparando a mansalva a tipos despreciables. El actor es un referente de acción muy creíble y eso ya de por sí le sube algunos puntos a la propuesta. Lo demás... son ideas poco originales que pretendían armar una nueva franquicia de poca monta.